jueves, 12 de octubre de 2017

Trabajar desde casa sin trampa ni cartón

Originalmente escrito para: Revista Fluenting

Trabajar desde casa presenta grandes retos, como montar en bicicleta por primera vez, pero ofrece enormes recompensas a quienes se tienen que mudar a menudo, a los amantes del tiempo en familia, a quienes quieren hacer las cosas a su ritmo y a todo el que desea sentirse útil y crear su propio paraíso laboral.

El paraíso atrae pronto a una tonelada de gente. Y, además, corre el estúpido rumor de que llegar allí está chupado, que trabajar desde casa es una experiencia de cine y que la oportunidad será inagotable. Por si acaso los rumores fueran falsos te recomiendo que no te duermas en los laureles.

Si te lo empiezas a currar desde ya, sin prisa pero sin pausa, podrás alcanzar tus horizontes mejor, porque luego la competencia irá en aumento y la oportunidad mermando.

Desgraciadamente, la mayoría, por ansiedad y miopía, se abalanzará a por cualquier cosa. Y se rendirá pronto o se conformará con otro trabajo esclavizante, de los que te convierten en lo que no quieres. Un trabajo aún peor que el que descartarían a la vuelta de la esquina, tan horrible como el que más.

Un paraíso terrenal con sus serpientes

Como los viejos conquistadores o los colonos norteamericanos, necesitarás un poco de hambre de tierras nuevas -aunque sean virtuales. Deberás estar dispuesto a lidiar con indios salvajes y los cuatreros que encontrarás en tu aventura. Pero al final, haciendo las cosas bien, estoy seguro de que llegarás a tu hogar, tendrás la movilidad y el tiempo libre que deseas para todas las cosas que quieres hacer, y te sentirás conectado al futuro y a un nuevo mundo de gentes y posibilidades.

Te comerás alguna sonrisa maliciosa de los que piensan que trabajar desde casa no es trabajar, sino jugar y perder el tiempo. Por favor, haz oídos sordos. Amigo, se abre ante ti un mundo de posibilidades. Una libertad y una movilidad desconocidas hasta nuestra era y unas enormes dificultades parejas al importe de la recompensa.

Ya sabes aquello de que un gran poder exige una gran responsabilidad

En ningún otro sitio encontrarás más tentaciones que en tu propia casa. Trabajar donde se vive no es nada nuevo, desde costureras hasta profesores de piano han ofrecido así sus servicios desde siempre. Ahora bien, trabajar desde casa y por internet resulta especialmente difícil.

Trabajar desde casa por internet no es moco de pavo

Un sin fin de interrupciones te destrozarán el ritmo de trabajo. Saborearás desde el imprevisto hasta las peticiones desconsideradas de amigos y familiares (ya sabes… con eso de que tienes todo el tiempo libre…) Por no hablar de las visitas inoportunas, y la facilidad con que podrás ponerte excusas para no hacer lo que te proponías. Tú y yo sabemos que con un clic puedes pasar del trabajo al entretenimiento.

Por eso lamento decirte que el primero que tenderá a estafarte serás tú mismo. Las tentaciones son enormes, y hasta que no cojas experiencia no contarás con la estructura, ni el entorno, ni la disciplina necesaria para ser productivo y que tu día de trabajo fluya.

Te costará adaptarte. Pasarás por un periodo de concepción de lo que te funciona y lo que no, y otro de gestación hasta que puedas parir un ritmo de trabajo tuyo, que disfrutes enormemente y encaje con tus objetivos y metas económicas, con el resto de tus ritmos, con tu estilo de vida y las cosas que son importantes para ti y los tuyos.

Por otra parte y para que no te vengas abajo, recuerdo haber leído no sé dónde cómo ya hace muchos años una madre, analfabeta y negra, en un mundo de blancos racistas, había sorteado un millar de obstáculos para crear desde casa y con su trabajo la vida en que creía. Con más razón podrás hacerlo tú que sabes leer y no vives en un país segregado. Pero tendrás que sudar la camiseta, tener unos motivos poderosos y un corazón grande y fuerte como el de aquella señora.

Párate a elegir. No te precipites a la primera oportunidad absurda que se te presente

El problema clave a la hora de trabajar desde casa, o en cualquier otra parte, está en identificar qué puedes hacer tú -si no hoy, dentro de un tiempo razonable-, dentro de tus circunstancias, que te llene tanto el alma como el bolsillo y que sea digno y sostenible.

Podrás trabajar desde casa, ya sea montando tu propio negocio o como asalariado, cuando te concentres en averiguar primero qué valor real podrías aportar haciendo un trabajo que te guste y que esté basado en tus fortalezas. Yo lo veo así...

Todos tenemos talentos, pero pocos los desarrollamos hasta convertirlos en fortalezas. No te será fácil reconocer tu propia valía, pero créeme ahora mismo cuentas con tesoros escondidos dentro de ti que claman por que les des una oportunidad de brillar ante el mundo. Puedes contribuir a mejorar en algo la vida de otra persona y devolverte la felicidad y el orgullo que merece todo el que da lo mejor de sí.

En la intersección de tus fortalezas, el entorno en que te mueves y los retos, problemas y necesidades de las personas que te rodean encontrarás el trabajo o el negocio de tus sueños.

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Pistas para descubrir qué trabajo te irá como anillo al dedo

  1. Párate y pregunta a tus amigos, familiares, antiguos empleadores y jefes qué creen ellos que se te da bien.
  2. Reflexiona sobre aquellas cosas que disfrutas haciendo, las que harías sin cobrar y las que te salen con toda facilidad. Allí, y en cómo te ves en diez años, encontrarás tus talentos y fortalezas.
  3. Observa el mundo en que vives y pregúntate cómo lo podrías mejorar tú un poco.
  4. Emula con inteligencia. Bruce Lee decía: “Toma de lo bueno lo mejor, descarta lo que no te sirva y añade lo que es únicamente tuyo”.

Ejemplos de trabajos reales que puedes hacer por internet

  • Oficina Virtual
  • Transcriptor médico
  • Traductor
  • Desarrollador Web / Diseñador
  • Representante del centro de llamadas
  • Especialista en soporte técnico
  • Agente de viajes
  • Maestro
  • Escritor / editor
  • Dueño de una franquicia

Bien, pionero… ya estás un poco más preparado para el salvaje oeste

Comparte con inteligencia tus talentos trabajando desde casa y encontrarás tu paraíso (o una ayudita monetaria). Ahora ya sabes que hay serpientes, pero no te asustes porque son fáciles de reconocer para quien quiere verlas (hacen un ruido característico de bombo y platillo, que suena a falso).

Tus mayores dificultades serán conocerte a ti mismo, pararte a pensar, adaptarte y tomar decisiones ante tantas opciones. A cambio podrás disfrutar de una libertad sin precedentes persiguiendo una causa digna y apasionante en la que crees.

Yo me quito el sombrero y te doy de antemano mi enhorabuena. Admiro, y me gustaría conocer, a cualquiera que no se rinde, que está dispuesto a trabajar por esa vida mejor con la que sueña y lo hace arrojando luz por donde pasa. Personas así son la sal de la Tierra. ¡Bravo!

Trabajar desde casa sin trampa ni cartón es cortesía de: FLUENTING

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