miércoles, 31 de octubre de 2018

¿Autoestima baja? Descubre cómo subirla

Inicialmente publicado en: Diego Dalvera

¿Qué tal te llevas con el tío que ves cada mañana en el espejo? ¿Pasas de él? ¿Lo consideras un capullo o un buen amigo? No importa a dónde vayas, tu autoestima te acompañará. Te ayudará a disfrutar la vida y lograr lo que te propongas... o te causará sufrimiento y limitará dolorosamente tu potencial.

Demasiadas personas se sienten inadecuadas, feas o insuficientes

Formamos nuestra autoestima según vivimos. Emerge de la atmósfera con que nutrimos a nuestra percepción. Necesitamos desarrollarla de la forma más realista y positiva posible. Sin embargo, muchas veces suspendemos en esta asignatura crucial.

El corazón necesita ternura y aliento, como los pulmones necesitan espacio y oxígeno.

La buena noticia es que puedes mejorar tu autoestima, ser tu mejor amigo, sentir que tú eres importante y los demás también. Todos necesitamos afecto y compresión para ganar confianza y vivir nuestra vida.

Con una autoestima sana realmente sabrás qué necesitas y buscarás formas constructivas de obtenerlo. Tendrás alimento para superar tus retos, te hará más llevaderas las amarguras y alentará tu crecimiento.

Cambia el modo en que piensas sobre ti mismo y cambiarás tu mundo

La autoestima positiva es el requisito fundamental para una vida plena (N. Branden)

Una autoestima sana, positiva y fuerte te servirá como punto de apoyo para mover tu mundo. Dado que la autoestima influye en todo lo que hagas, pienses, sientas y decidas; más te vale nutrirla con cariño. Te ayudará a aceptarte mejor y respetarte. Te dará bienestar y una vida más equilibrada.

Con una autoestima sana:

  • Podrás impulsarte al logro de metas que no creías posibles
  • Aceptarás tu estilo personal
  • No necesitarás recurrir al alcohol para aumentar tu confianza
  • Tendrás más salud, relaciones positivas y armoniosas, y el dinero o los recursos que necesites
  • No tendrás miedo de pedir ayuda
  • Aprenderás a confiar en tus corazonadas
  • Creerás en tu potencial
  • Pensarás y hablarás bien de ti y de los demás
  • Respetarás las diferencias de ideas y actitudes
  • Cuidarás tu imagen personal
  • Vivirás el presente
  • Serás una persona auténtica
  • Te atreverás a intentar más cosas
  • No tendrás que pedir perdón por lo que te gusta
  • Celebrarás tus logros
  • Etc.

¿Qué es la autoestima?

La autoestima es el resultado inevitable de ser humano y evaluar lo que percibimos de nosotros mismos.

Podemos entender la autoestima como el cálculo aproximado que hacemos de nuestro valor personal y del respeto y el afecto que merecemos, a partir de las sensaciones y experiencias que hemos acumulado a lo largo de la vida.

Esa estimación es fundamental para gozar de una vida plena y triunfar en lo que nos proponemos. De ella dependen tus expectativas, la imagen que tienes de ti mismo, lo que piensas de ti y de los demás.

Te percibes a través de los sentidos. Piensas sobre ti mismo y sobre tus comportamientos. Te evalúas y evalúas tus acciones. Sientes emociones relacionadas contigo mismo. El conjunto de tus actitudes forman tu autoestima: el cristal a través del cual te mimas, miras, percibes, piensas, evalúas y sientes.

La autoestima es el aprecio o consideración que tienes de ti mismo. Nadie puede dejar de pensar en sí mismo y de evaluarse, pero hay formas más inspiradoras y sanas que otras de hacerlo. Por esta razón cada persona desarrolla una autoestima que puede ser:

  • suficiente o insuficiente
  • positiva o negativa
  • alta o baja.

Según la escuela de la psicología humanista...

Todo ser humano, por el mero hecho de serlo, es digno del respeto incondicional de los demás y de sí mismo; merece estimarse a sí mismo y que se le estime.

Otras definiciones de la autoestima

  • Fuerza innata que impulsa al organismo hacia la vida, hacia la ejecución armónica de todas sus funciones y hacia su desarrollo; que le dota de organización y direccionalidad en todas sus funciones y procesos, ya sean éstos cognitivos, emocionales o motores. (Renny Yagosesky)
  • La percepción evaluativa de uno mismo. Conjunto de las actitudes del individuo hacia sí mismo (R.B. Burns)
  • Valoración generalmente positiva de sí mismo (RAE)

Autoestima no es opuesto de humildad. Algunos confunden autoestima con una actitud insolidaria, egoísta o una opinión desmedida de sí mismos.

Las 4 “aes”. Las características de las personas con una buena autoestima (Según José Vicente Bonet):

  1. Aprecio genuino de uno mismo como persona, independientemente de lo que pueda hacer o poseer
  2. Aceptación tolerante y esperanza ante las limitaciones, debilidades, errores y fracasos propios. No le asustan sus defectos; prefiere triunfar, pero no se hunde cuando pierde. [Aspira a hacer las cosas bien, no a la perfección. Nunca renuncies al derecho a equivocarte; perderías la capacidad de aprender cosas nuevas y de avanzar en tu vida”. (R.B. Burns)]
  3. Afecto como actitud positiva, amistosa, comprensiva y cariñosa hacia uno mismo
  4. Atención y cuidado de las necesidades reales

(Muy recomendado — Sé amigo de ti mismo: Manual de Autoestima, por José Vicente Bonet)

Cómo subir la autoestima

La autoestima es un silencioso respeto por uno mismo (D.P. Elkins)

Puedes mejorar tu autoestima interpretando mejor lo que ya conoces de ti y haciendo nuevos usos de tu potencial humano.

Elige darte afecto y respeto, tanto al interpretar tu pasado como tu presente. Prueba cosas nuevas. Descubre nuevas dimensiones de ti mismo.

Cómo mejorar una autoestima baja

Adiós a la autoestima baja

¿Qué estrategia de motivación sigues actualmente? ¿La intimidación, castigos y recompensas, o dar a tu vida un propósito? Para mejorar tu autoestima, apuesta por una motivación personal significativa. No dejes que tus pensamientos o los de otros te intimiden. No te hinches a palos de borrico para compensarlo luego con una fiesta de zanahorias. Honra y aprecia cada día más y mejor la totalidad de lo que eres.

Puedes hacer varias cosas para subir la autoestima:

  • Pon en positivo lo negativo: Busca formas de pensar más edificantes, transforma una creencia limitante en otra más esperanzadora. Niégate a ti mismo. Donde antes pensabas “no valgo nada”, ahora pon “me gustaría creer que soy valioso (simplemente porque estoy vivo)” o “valgo mucho, porque soy humano
  • Cuestiona y rompe tus generalizaciones. Si una vez fallaste, no concluyas que eres un fracasado. Los niños se caen mil veces antes de andar y no son por ello unos fracasados.
  • Focalízate en el blanco. Hay 7 colores en el arco iris. No veas solo el negro. Abre los ojos y céntrate en los aspectos positivos. Todos tenemos algo bueno, Aprécialo y aliméntalo.
  • Presta atención a tus logros. Casi todo el mundo lleva la cuenta al detalle de los defectos y fracasos. Observa y anota en un diario lo bueno que hay en tu vida. Aprecia tus propios méritos.
  • Compárate como un campeón. No te compares con otros. Compara tu propia evolución. Anímate, levántate y anda hacia tus metas.
  • Confía en la vida. Confía en ti mismo. Haz aquello que consideras correcto lo mejor que puedas y aprende del resultado.
  • Acéptate primero tal cuál eres aquí y ahora, con tus cualidades y defectos. Te ofrecen la oportunidad de hacer algo (bueno) al respecto.
  • Supérate a ti mismo. Esfuérzate por mejorar, pero no te asfixies. Identifica qué quieres cambiar y ponte a ello.
  • Plantéate una meta clara y concreta que saque lo mejor de ti, que sea sincera, que te llene y tenga sentido para ti.

La autoestima es la fuente de financiación para todos y cada uno de tus proyectos vitales.

Como subir tu autoestima

Si quieres conseguir algo, no empieces tu casa por el tejado. Conecta con la vida, acepta que es valiosa y que, por lo tanto, tú y los demás también. Luego ponte a trabajar tus actitudes para que el aroma de tu corazón sea amable, armonioso y nutritivo.

Dile adiós a la mala leche, el mal vino, a la cara de vinagre, el mal humor, la mala sangre o el desaliento. Un corazón que produce cuidado y dulzura alimenta primero al niño que llevamos dentro y, después, al mundo que está sediento de un poco de paz, ternura y amor.

Con una actitud mental positiva construirás una autoestima sana. Así tendrás energía para financiar el más audaz o exigente de tus sueños. No dejes de darte respeto y afecto o arruinarás tu vida y la de los que contamos contigo.

Suscríbete gratis a Fluenting. Apúntate ahora y recibirás buenas ideas que te ayudarán a ganar autoestima y disfrutar cada día de una vida más plena.

El blog post ¿Autoestima baja? Descubre cómo subirla fue originalmente publicado en: FLUENTING



source https://www.fluenting.com/subir-autoestima-baja

¿Autoestima baja? Descubre cómo subirla

Inicialmente publicado en: Diego Dalvera

¿Qué tal te llevas con el tío que ves cada mañana en el espejo? ¿Pasas de él? ¿Lo consideras un capullo o un buen amigo? No importa a dónde vayas, tu autoestima te acompañará. Te ayudará a disfrutar la vida y lograr lo que te propongas... o te causará sufrimiento y limitará dolorosamente tu potencial.

Demasiadas personas se sienten inadecuadas, feas o insuficientes

Formamos nuestra autoestima según vivimos. Emerge de la atmósfera con que nutrimos a nuestra percepción. Necesitamos desarrollarla de la forma más realista y positiva posible. Sin embargo, muchas veces suspendemos en esta asignatura crucial.

El corazón necesita ternura y aliento, como los pulmones necesitan espacio y oxígeno.

La buena noticia es que puedes mejorar tu autoestima, ser tu mejor amigo, sentir que tú eres importante y los demás también. Todos necesitamos afecto y compresión para ganar confianza y vivir nuestra vida.

Con una autoestima sana realmente sabrás qué necesitas y buscarás formas constructivas de obtenerlo. Tendrás alimento para superar tus retos, te hará más llevaderas las amarguras y alentará tu crecimiento.

Cambia el modo en que piensas sobre ti mismo y cambiarás tu mundo

La autoestima positiva es el requisito fundamental para una vida plena (N. Branden)

Una autoestima sana, positiva y fuerte te servirá como punto de apoyo para mover tu mundo. Dado que la autoestima influye en todo lo que hagas, pienses, sientas y decidas; más te vale nutrirla con cariño. Te ayudará a aceptarte mejor y respetarte. Te dará bienestar y una vida más equilibrada.

Con una autoestima sana:

  • Podrás impulsarte al logro de metas que no creías posibles
  • Aceptarás tu estilo personal
  • No necesitarás recurrir al alcohol para aumentar tu confianza
  • Tendrás más salud, relaciones positivas y armoniosas, y el dinero o los recursos que necesites
  • No tendrás miedo de pedir ayuda
  • Aprenderás a confiar en tus corazonadas
  • Creerás en tu potencial
  • Pensarás y hablarás bien de ti y de los demás
  • Respetarás las diferencias de ideas y actitudes
  • Cuidarás tu imagen personal
  • Vivirás el presente
  • Serás una persona auténtica
  • Te atreverás a intentar más cosas
  • No tendrás que pedir perdón por lo que te gusta
  • Celebrarás tus logros
  • Etc.

¿Qué es la autoestima?

La autoestima es el resultado inevitable de ser humano y evaluar lo que percibimos de nosotros mismos.

Podemos entender la autoestima como el cálculo aproximado que hacemos de nuestro valor personal y del respeto y el afecto que merecemos, a partir de las sensaciones y experiencias que hemos acumulado a lo largo de la vida.

Esa estimación es fundamental para gozar de una vida plena y triunfar en lo que nos proponemos. De ella dependen tus expectativas, la imagen que tienes de ti mismo, lo que piensas de ti y de los demás.

Te percibes a través de los sentidos. Piensas sobre ti mismo y sobre tus comportamientos. Te evalúas y evalúas tus acciones. Sientes emociones relacionadas contigo mismo. El conjunto de tus actitudes forman tu autoestima: el cristal a través del cual te mimas, miras, percibes, piensas, evalúas y sientes.

La autoestima es el aprecio o consideración que tienes de ti mismo. Nadie puede dejar de pensar en sí mismo y de evaluarse, pero hay formas más inspiradoras y sanas que otras de hacerlo. Por esta razón cada persona desarrolla una autoestima que puede ser:

  • suficiente o insuficiente
  • positiva o negativa
  • alta o baja.

Según la escuela de la psicología humanista...

Todo ser humano, por el mero hecho de serlo, es digno del respeto incondicional de los demás y de sí mismo; merece estimarse a sí mismo y que se le estime.

Otras definiciones de la autoestima

  • Fuerza innata que impulsa al organismo hacia la vida, hacia la ejecución armónica de todas sus funciones y hacia su desarrollo; que le dota de organización y direccionalidad en todas sus funciones y procesos, ya sean éstos cognitivos, emocionales o motores. (Renny Yagosesky)
  • La percepción evaluativa de uno mismo. Conjunto de las actitudes del individuo hacia sí mismo (R.B. Burns)
  • Valoración generalmente positiva de sí mismo (RAE)

Autoestima no es opuesto de humildad. Algunos confunden autoestima con una actitud insolidaria, egoísta o una opinión desmedida de sí mismos.

Las 4 “aes”. Las características de las personas con una buena autoestima (Según José Vicente Bonet):

  1. Aprecio genuino de uno mismo como persona, independientemente de lo que pueda hacer o poseer
  2. Aceptación tolerante y esperanza ante las limitaciones, debilidades, errores y fracasos propios. No le asustan sus defectos; prefiere triunfar, pero no se hunde cuando pierde. [Aspira a hacer las cosas bien, no a la perfección. Nunca renuncies al derecho a equivocarte; perderías la capacidad de aprender cosas nuevas y de avanzar en tu vida”. (R.B. Burns)]
  3. Afecto como actitud positiva, amistosa, comprensiva y cariñosa hacia uno mismo
  4. Atención y cuidado de las necesidades reales

(Muy recomendado — Sé amigo de ti mismo: Manual de Autoestima, por José Vicente Bonet)

Cómo subir la autoestima

La autoestima es un silencioso respeto por uno mismo (D.P. Elkins)

Puedes mejorar tu autoestima interpretando mejor lo que ya conoces de ti y haciendo nuevos usos de tu potencial humano.

Elige darte afecto y respeto, tanto al interpretar tu pasado como tu presente. Prueba cosas nuevas. Descubre nuevas dimensiones de ti mismo.

Cómo mejorar una autoestima baja

Adiós a la autoestima baja

¿Qué estrategia de motivación sigues actualmente? ¿La intimidación, castigos y recompensas, o dar a tu vida un propósito? Para mejorar tu autoestima, apuesta por una motivación personal significativa. No dejes que tus pensamientos o los de otros te intimiden. No te hinches a palos de borrico para compensarlo luego con una fiesta de zanahorias. Honra y aprecia cada día más y mejor la totalidad de lo que eres.

Puedes hacer varias cosas para subir la autoestima:

  • Pon en positivo lo negativo: Busca formas de pensar más edificantes, transforma una creencia limitante en otra más esperanzadora. Niégate a ti mismo. Donde antes pensabas “no valgo nada”, ahora pon “me gustaría creer que soy valioso (simplemente porque estoy vivo)” o “valgo mucho, porque soy humano
  • Cuestiona y rompe tus generalizaciones. Si una vez fallaste, no concluyas que eres un fracasado. Los niños se caen mil veces antes de andar y no son por ello unos fracasados.
  • Focalízate en el blanco. Hay 7 colores en el arco iris. No veas solo el negro. Abre los ojos y céntrate en los aspectos positivos. Todos tenemos algo bueno, Aprécialo y aliméntalo.
  • Presta atención a tus logros. Casi todo el mundo lleva la cuenta al detalle de los defectos y fracasos. Observa y anota en un diario lo bueno que hay en tu vida. Aprecia tus propios méritos.
  • Compárate como un campeón. No te compares con otros. Compara tu propia evolución. Anímate, levántate y anda hacia tus metas.
  • Confía en la vida. Confía en ti mismo. Haz aquello que consideras correcto lo mejor que puedas y aprende del resultado.
  • Acéptate primero tal cuál eres aquí y ahora, con tus cualidades y defectos. Te ofrecen la oportunidad de hacer algo (bueno) al respecto.
  • Supérate a ti mismo. Esfuérzate por mejorar, pero no te asfixies. Identifica qué quieres cambiar y ponte a ello.
  • Plantéate una meta clara y concreta que saque lo mejor de ti, que sea sincera, que te llene y tenga sentido para ti.

La autoestima es la fuente de financiación para todos y cada uno de tus proyectos vitales.

Como subir tu autoestima

Si quieres conseguir algo, no empieces tu casa por el tejado. Conecta con la vida, acepta que es valiosa y que, por lo tanto, tú y los demás también. Luego ponte a trabajar tus actitudes para que el aroma de tu corazón sea amable, armonioso y nutritivo.

Dile adiós a la mala leche, el mal vino, a la cara de vinagre, el mal humor, la mala sangre o el desaliento. Un corazón que produce cuidado y dulzura alimenta primero al niño que llevamos dentro y, después, al mundo que está sediento de un poco de paz, ternura y amor.

Con una actitud mental positiva construirás una autoestima sana. Así tendrás energía para financiar el más audaz o exigente de tus sueños. No dejes de darte respeto y afecto o arruinarás tu vida y la de los que contamos contigo.

Suscríbete gratis a Fluenting. Apúntate ahora y recibirás buenas ideas que te ayudarán a ganar autoestima y disfrutar cada día de una vida más plena.

El blog post ¿Autoestima baja? Descubre cómo subirla fue originalmente publicado en: FLUENTING

martes, 30 de octubre de 2018

Cuando te dan ganas de matar a alguien, pero sonríes…

Primero publicado en: Diego Dalvera

¿Sueles reprimir tus sentimientos de ira “por no liarla”? ¿Te da miedo tu propia reacción si expresas lo que realmente estás pensando?

Un caso hipotético: Estás en una reunión familiar. Tu cuñado bebe un poco más de la cuenta y empieza a soltar por su boca las “lindezas” de siempre. Tú respiras hondo y te dices a ti mismo: “tranquilo, no te alteres”… Pero claro, la tensión va subiendo y tú te vas poniendo más y más colorado.

La tensión se va acumulando en el estómago e intentas respirar hondo. Al final te haces las inevitables preguntas: ¿hablo o me callo? Y si hablo, ¿cómo me aseguro de no perder los papeles?

Contener la ira tiene una intención positiva: no ser destructivo. Quieres actuar correctamente, mantener tu reputación, dominar tus emociones y a ser posible, no echar leña al fuego. Al final decides callarte, por no armarla. Sin embargo, comerte el enfado puede ser muy perjudicial para tu salud mental y física.

Según un estudio realizado en el departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos de la UNED, las personas que reprimen la ira sufren más problemas cardiovasculares que las que la expresan o la controlan.

Por supuesto, tampoco es cuestión de ponerse hecho un energúmeno, con la excusa de que es sano expresar la ira. Esto también puede provocar un aumento de la tensión arterial, úlceras e incluso infartos.

Entonces, ¿lo mato o no lo mato?

Al final decides callarte y no matar a tu cuñado, pero no estás del todo tranquilo. Te gustaría gritarle y convencerle de que tú llevas razón; zarandearle por la cantidad de chorradas que dice hasta hacerle comprender, ¿verdad?

Pues no. Sigue leyendo y sabrás qué hacer en estos casos…

Aprende a gestionar tus emociones. Tanto la ira como otros sentimientos que interpretamos como negativos, están ahí por una razón; nos informan de algo importante. Desde pequeños la mayoría hemos aprendido que hay ciertos sentimientos que no deberíamos expresar, porque nos decían: “no te pongas así”, “no te enfades”, “no llores”, etc. . Pero la opresión no es sana.

Si eres de los que se lo guardan todo mientras muestran una falsa sonrisa, tu tensión irá directa a tu estómago y al pecho. Además, poco a poco te irás cargando, las disputas serán cada vez mayores y, tarde o temprano, crearás un mal rollo. Dicho de otro modo: te convertirás en un agujero negro que absorbe energía de los demás.

Pasos para sacar la ira acumulada en una situación explosiva

Lo ideal es prevenir cultivando una sana inteligencia emocional. Sin embargo, si ya tienes el vicio de reprirte hasta saltar, sigue estos pasos mientras desarrollas tu asertividad:

  1. Busca un entorno seguro
    Lo ideal es que estés a solas durante 5 minutos como mínimo, donde tu energía no se mezcle con la de nadie más. Sé consciente de tu tensión y no la juzgues como mala. Si estás en un sitio público, puedes ir al servicio y decir que luego vuelves.
  2. Piensa en el origen de tu enojo
    A veces nos creemos enfadados por una cosa cuando en realidad es por otra. Ahora estás solo y nadie te juzga. Sé sincero contigo mismo. ¿Por qué te has enfadado? ¿Qué te ha dolido? ¿Qué es lo que realmente necesitas y está bajo tu control?
  3. Pon música relajante
    Si estás en un bucle de pensamiento, y quieres salir de él, puedes entrar en otra sintonía escuchando música. Elige música que te ayude a sentirte un poco mejor. A ir saliendo del bucle. Por ejemplo, a mí me gustan mucho los mantras porque no entiendo la letra y me ayudan a relajarme con rapidez. Concretamente este es mi favorito. Cuando estoy en un sitio público y no puedo poner música, lo tarareo interiormente.
  4. Un buen masaje
    La ira —reprimida o descontrolada— se apodera facilmente de tu cuerpo. Observa a las personas que tienen problemas para gestionar su ira: suelen estar rígidos. Libera tensión poniéndo tu mano en el estómago y, apretando ligeramente, haz círculos mientras respiras despacio. Luego haz lo mismo en el pecho. También puedes agarrar tu dedo anular haciendo un puño con la otra mano, si el ejercicio anterior no es apropiado en tus circunstancias.
  5. Un poco de cariño
    Cuando pierdes los papeles (o estás a punto de hacerlo), es posible que te sientas culpable por no saber actuar con más calma. Acepta cómo te sientes y, después, prueba otra cosa distinta a la de siempre. Independientemente del resultado, felicítate por estar probando formas mejores de gestionar tus enfados.
  6. La más importante…
    Grábate a fuego lo siguiente: solo tú eres responsable de cómo te sientes. Piensa que no está en tu mano cambiar el comportamiento de la otra persona, pero sí el tuyo. Puedes coger espacio y hablar luego. O expresar con asertividad y educación cómo te sientes y lo que piensas.

Recuerda: aunque el detonante venga de fuera, tú decides cómo interpretarlo y cómo sentirte al respecto.

Encuentra formas constructivas de canalizar tus emociones. El deporte o una actividad creativa pueden ser herramientas que te ayuden, pero lo principal es tener humildad. Reconoce cuándo te equivocas y acepta que no siempre llevar razón es tan importante.

Un simple "tal vez me equivoco" o un mero "puede ser", te ayudarán a no engancharte o a salir de la tensión emocional de una discusión.

¿Te gustaría tener más armonía en tu vida y construir relaciones sólidas y gratificantes? Échale un vistazo aquí.

El anterior blog post Cuando te dan ganas de matar a alguien, pero sonríes… fue inicialmente escrito para: https://www.fluenting.com/

Cuando te dan ganas de matar a alguien, pero sonríes…

Primero publicado en: Diego Dalvera

¿Sueles reprimir tus sentimientos de ira “por no liarla”? ¿Te da miedo tu propia reacción si expresas lo que realmente estás pensando?

Un caso hipotético: Estás en una reunión familiar. Tu cuñado bebe un poco más de la cuenta y empieza a soltar por su boca las “lindezas” de siempre. Tú respiras hondo y te dices a ti mismo: “tranquilo, no te alteres”… Pero claro, la tensión va subiendo y tú te vas poniendo más y más colorado.

La tensión se va acumulando en el estómago e intentas respirar hondo. Al final te haces las inevitables preguntas: ¿hablo o me callo? Y si hablo, ¿cómo me aseguro de no perder los papeles?

Contener la ira tiene una intención positiva: no ser destructivo. Quieres actuar correctamente, mantener tu reputación, dominar tus emociones y a ser posible, no echar leña al fuego. Al final decides callarte, por no armarla. Sin embargo, comerte el enfado puede ser muy perjudicial para tu salud mental y física.

Según un estudio realizado en el departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos de la UNED, las personas que reprimen la ira sufren más problemas cardiovasculares que las que la expresan o la controlan.

Por supuesto, tampoco es cuestión de ponerse hecho un energúmeno, con la excusa de que es sano expresar la ira. Esto también puede provocar un aumento de la tensión arterial, úlceras e incluso infartos.

Entonces, ¿lo mato o no lo mato?

Al final decides callarte y no matar a tu cuñado, pero no estás del todo tranquilo. Te gustaría gritarle y convencerle de que tú llevas razón; zarandearle por la cantidad de chorradas que dice hasta hacerle comprender, ¿verdad?

Pues no. Sigue leyendo y sabrás qué hacer en estos casos…

Aprende a gestionar tus emociones. Tanto la ira como otros sentimientos que interpretamos como negativos, están ahí por una razón; nos informan de algo importante. Desde pequeños la mayoría hemos aprendido que hay ciertos sentimientos que no deberíamos expresar, porque nos decían: “no te pongas así”, “no te enfades”, “no llores”, etc. . Pero la opresión no es sana.

Si eres de los que se lo guardan todo mientras muestran una falsa sonrisa, tu tensión irá directa a tu estómago y al pecho. Además, poco a poco te irás cargando, las disputas serán cada vez mayores y, tarde o temprano, crearás un mal rollo. Dicho de otro modo: te convertirás en un agujero negro que absorbe energía de los demás.

Pasos para sacar la ira acumulada en una situación explosiva

Lo ideal es prevenir cultivando una sana inteligencia emocional. Sin embargo, si ya tienes el vicio de reprirte hasta saltar, sigue estos pasos mientras desarrollas tu asertividad:

  1. Busca un entorno seguro
    Lo ideal es que estés a solas durante 5 minutos como mínimo, donde tu energía no se mezcle con la de nadie más. Sé consciente de tu tensión y no la juzgues como mala. Si estás en un sitio público, puedes ir al servicio y decir que luego vuelves.
  2. Piensa en el origen de tu enojo
    A veces nos creemos enfadados por una cosa cuando en realidad es por otra. Ahora estás solo y nadie te juzga. Sé sincero contigo mismo. ¿Por qué te has enfadado? ¿Qué te ha dolido? ¿Qué es lo que realmente necesitas y está bajo tu control?
  3. Pon música relajante
    Si estás en un bucle de pensamiento, y quieres salir de él, puedes entrar en otra sintonía escuchando música. Elige música que te ayude a sentirte un poco mejor. A ir saliendo del bucle. Por ejemplo, a mí me gustan mucho los mantras porque no entiendo la letra y me ayudan a relajarme con rapidez. Concretamente este es mi favorito. Cuando estoy en un sitio público y no puedo poner música, lo tarareo interiormente.
  4. Un buen masaje
    La ira —reprimida o descontrolada— se apodera facilmente de tu cuerpo. Observa a las personas que tienen problemas para gestionar su ira: suelen estar rígidos. Libera tensión poniéndo tu mano en el estómago y, apretando ligeramente, haz círculos mientras respiras despacio. Luego haz lo mismo en el pecho. También puedes agarrar tu dedo anular haciendo un puño con la otra mano, si el ejercicio anterior no es apropiado en tus circunstancias.
  5. Un poco de cariño
    Cuando pierdes los papeles (o estás a punto de hacerlo), es posible que te sientas culpable por no saber actuar con más calma. Acepta cómo te sientes y, después, prueba otra cosa distinta a la de siempre. Independientemente del resultado, felicítate por estar probando formas mejores de gestionar tus enfados.
  6. La más importante…
    Grábate a fuego lo siguiente: solo tú eres responsable de cómo te sientes. Piensa que no está en tu mano cambiar el comportamiento de la otra persona, pero sí el tuyo. Puedes coger espacio y hablar luego. O expresar con asertividad y educación cómo te sientes y lo que piensas.

Recuerda: aunque el detonante venga de fuera, tú decides cómo interpretarlo y cómo sentirte al respecto.

Encuentra formas constructivas de canalizar tus emociones. El deporte o una actividad creativa pueden ser herramientas que te ayuden, pero lo principal es tener humildad. Reconoce cuándo te equivocas y acepta que no siempre llevar razón es tan importante.

Un simple "tal vez me equivoco" o un mero "puede ser", te ayudarán a no engancharte o a salir de la tensión emocional de una discusión.

¿Te gustaría tener más armonía en tu vida y construir relaciones sólidas y gratificantes? Échale un vistazo aquí.

El anterior blog post Cuando te dan ganas de matar a alguien, pero sonríes… fue inicialmente escrito para: https://www.fluenting.com/



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lunes, 29 de octubre de 2018

Gana la batalla de los sexos

Se ha publicado de: www.fluenting.com

Cuando un niño pequeño muestra lo que hoy llamamos violencia machista, ¿de quién es la responsabilidad? Mirémonos todos ante el espejo —la sociedad entera— antes de contestar.

Había una vez una golondrina que gozaba trinando por los insondables cielos azulados de la primavera. En Ciudad Real, durante el mes de mayo, apenas hay nubes en el firmamento.

Volaba sola, pero siempre en compañía de su banda de pájaros. Comía mosquitos y hacía diabluras porque le divertía pitorrearse de los cuervos.

En la terraza del edificio más alto, no muy lejos de la catedral, dos niñas preciosas que jugaban a la comba se peleaban por ver quién era la campeona. Mientras, su hermano se sentía un poco solo en el vientre de su madre.

— ¿Qué hacéis chicas? Papá está estudiando para juez y estáis dando tantas voces que no se puede concentrar ni un rato.

— ¡Estamos jugando, mamá! —contestaron las dos al unísono.

—Bueeeeno, pero no os peléis así, que vuestro hermanito me da patadas cada vez que os ponéis como fieras para ver quién de las dos gana. Ya os he dicho mil veces que las dos sois un tesoro que no tiene precio, y cada una tiene su propia magia. No os lancéis esas pullas, ni maldigáis a la otra. Eso no está bonito y luego os enfadáis.

La golondrina presenció toda la escena y sintió unas tremendas ganas de tener padres, hermanas y amigos como los humanos. Aunque era la que mejor volaba, no tenía padres -eso creía la muy tontuela- ¡ella solo sabía que nació de un huevo!

Que un huevo fuera su madre-padre tenía ventajas: no esperaba nada, no regañaba nada, no odiaba ni generaba mal rollo. Pero tampoco daba abrazos, ni te decía te quiero o "me gustaría que volases hasta ese o aquel rincón".

La golondrina anida en el corazón del niño

Total, que la golondrina, que sin duda era mágica, voló y voló cada vez más alto. Cuanto más subía, más se congelaba su cuerpo. Estaba segura de que atravesando el cielo llegaría al mundo de los humanos.

Y lo consiguió. Le costó ascender más allá de las nubes, hasta quedar asfixiada y muerta de frío. A pesar de la ansiedad, del dolor y del miedo expió con una imposible sonrisa serena.

Descendió de los cielos como un lucero y fue a caer sobre el hermano de las niñas. Renació como un rayo de luz en su pecho. Habían pasado muchos años, el niño era casi un hombre. Sintió un escalofrío de placer tan intenso que cerró los ojos por el impacto de ese don del cielo. Cuando abrió los ojos, vio un mundo nuevo.

Entre ladridos y sentencias injustas

Con el paso de los años, las niñas habían crecido hasta hacerse adultas. La mayor era catedrática de marketing en la universidad y viajaba por el mundo entero.

La menor, que era diseñadora, estaba presentando su última colección en la pasarela Cibeles. Ambas triunfaban. Las dos se querían cada vez más... y se odiaban mejor cada año.

Hace años que el padre sacó su oposición de juez. Triunfó tanto que los abandonó a todos por su adicción al trabajo. Mamá se resignó, se desilusionó y se guardó el dolor para verterlo por todos sus poros.

Al crío esto le disgustaba. Desde que tiene conciencia lo recuerda todo como un infierno. Papá dictaba sentencia. Mamá ladraba. Papá y mamá siempre querían llevar razón. Incluso cuando ninguno de los dos la tenía. Aquella guerra de los sexos fue creando facciones entre nosotros.

El niño que no se daba por vencido

Como buen chico quería comprender a sus hermanas, a sus padres y el mundo en que vivía. Pero nada. Se sentía impotente al no saber cómo lograrlo. Lo único que parecía conseguir era odiarse un poco mejor a sí mismo cada día.

Para no armarla, muchas veces guardaba silencio cuando algo le parecía injusto, pero eso le causaba un insoportable ruido en su interior.

Cuando defendía la razón, con tan buen juicio o más que su padre, todo se crispaba.

Era como si una barrera infranqueable les separase de su tierra prometida.

Pero nunca se rindió

Siempre fue valiente y perseverante en el empeño. Aprendió de sus hermanas y de su padre a ser ambicioso. Quiso conocer, cuidarse, crecer, asumir responsabilidades y ser tan respetable como ellos.

Su madre era muy humilde. No tenía corazón ni cabeza porque estaba hecha de diamante, pero era tan bruta que ni ella misma lo sabía. Además, cuando la herían hasta el alma te cortaba.

El muchacho era una joya como su madre, pero más bruto. Un fuera de serie, como su padre, solo que más infeliz que él. Pensó que dándole a la cabeza aún más que su padre, y poniendo todavía más corazón que su madre, conquistaría el alma de sus padres, de sus hermanas y la suya.

Craso error. Con eso lo único que consiguió fue quedarse cada día más solo. Triste y quijotesco iba camino de morirse de sed, de construir su propio infierno, y de perder la gran batalla de los sexos.

La golondrina trajo claridad...

Por extraño que parezca, cuando el espíritu de la golondrina le golpeó desde el cielo, lo vio todo más claro.

Quiso entender que, en la batalla de los sexos, la finalidad no es extremar los polos con afán de dominación, sino aceptar quienes somos y el poder que tenemos.

Podemos transformar la relación que nos separa en otra donde nos sentimos aún más libres y potenciados por el sexo opuesto, y donde nuestros hijos no tienen que tomar partido a favor o en contra de un padre o una madre, y se ven tal como son: hermanos y hermanas.

La receta curativa de la golondrina

La inteligencia emocional es la clave, sí. Pero hasta ahora estaba convencido de que la razón era más importante que la emoción. La eterna discordia entre mis dos hermanas. La falta de armonía en casa. Las interminables discusiones de papá y mamá. Ahora lo sabía, la golondrina se lo había dicho:

— Lo único que hace falta es comerse al cuervo que os separa.
— ¿A qué cuervo te refieres, golondrina?
— Al que abandera el desamor eterno. Con cada victoria del cuervo, uno de vosotros cree ganar porque se siente por encima del otro. Pero perdéis la guerra por el amor. El precio que pagáis es la discordia. El cuervo se parte de risa mientras os perdéis un mundo más musical que mola un huevo.
— No sé si lo entiendo. ¿Me estás diciendo que para volar, para surcar con mis hermanas y amigos el firmamento, sólo tengo que aprender a comer cuervo?
— Sí, pero es muy difícil. Hacen falta buenos huevos para lograrlo. Va contra la naturaleza humana y precisa de un poder que tienen muy pocas personas.

La decisión del niño

Recordó que de niño le exigieron participar en la sangrienta batalla de los sexos. Le pidieron que tomara partido por la causa más justa. Él había pagado con su corazón. Para ganar la batalla del amor dividió su corazón en partes iguales entre su padre y su madre. Y para comprender a sus hermanas entregó su mente al estudio, la contemplación y la aventura.

Como había partido y regalado su corazón, vivía mucho en su cabeza y sólo sabía sufrir y conformase con las migajas de afecto que otros le daban.

Aquel muchacho también necesitaba comprensión. Llegó a pensar que su familia se la debía. Pero estaban todos demasiado ocupados en el infierno, incluido él mismo.

—Golondrina, ahora sé que necesito sentirme en paz para vivir plenamente. De pequeño regalé mi corazón para entrar en esta interminable batalla por padre, madre, mis hermanas, mis amigos y yo. Dices que para recuperarlo tengo que comer cuervo. ¿Puedes enseñarme cómo hacerlo?

—Como te he dicho no es fácil. Necesitas ambición y humildad. Las dos cosas y a la vez. Con tu ambición abrirás la puerta de esa atalaya que es tu mente, pero sin humildad te quedarás encerrado allí. Para llegar al corazón de la vida, necesitarás humildad; pero sin ambición no destruirás el mar de hielo que separa a los hombres.

Del mismo modo que el corazón tiene razones que la mente no puede entender. La mente anhela sentimientos que al corazón le duele sentir.

Comer cuervo significa aceptar que mis dos hermanas —la catedrática de lo racional y la irracional diseñadora- son igualmente poderosas. Una no está por encima de la otra. Ambas son igualmente valiosas. Igual que un corazón no puede vivir sin cabeza, la razón no es nada sin corazón.

Comprendió el poder de la humildad —un arte marcial del espíritu, un aikido del alma, en el que siempre vence el que cede ante el que ataca; porque así acaban ellos recibiendo los golpes que te lanzan.

Encontró lo que necesitaba al entender que la oscuridad se alimenta de la luz. Y que hay luz también en el sombrío interior de cada uno de nosotros.

La auténtica humildad amansa a las fieras que llevamos dentro.

Por cada cuervo que se comía revivía, grande, musical, oscuro y luminoso, su maravilloso corazón antes divido. Al reunirse su corazón, la golondrina tuvo que salir al espacio exterior.

Se comprendió a sí mismo y a la vida. Supo darse paz. Ya no exigió a nadie que lo entendiera. Comprendió que la discordia tiene entre otros costes el corazón de un niño pequeño.

Y trajo la libertad con ella...

Fue creciendiendo, observó libre a su ave, que ascendió de nuevo a los cielos, y que retornó para quedarse en la tierra como bailarina de movimientos libres.

Un día se encontraron. Se casaron en Roma. Ahora son muy felices y sus hijos entrenan cada día para vencer con amor en la batalla de los sexos y poner paz entre sus hermanos y hermanas.

Una golondrina no hace verano, ¡pero una comunidad de fluentistas sí!

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Gana la batalla de los sexos está disponible en: Fluenting



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Gana la batalla de los sexos

Se ha publicado de: www.fluenting.com

Cuando un niño pequeño muestra lo que hoy llamamos violencia machista, ¿de quién es la responsabilidad? Mirémonos todos ante el espejo —la sociedad entera— antes de contestar.

Había una vez una golondrina que gozaba trinando por los insondables cielos azulados de la primavera. En Ciudad Real, durante el mes de mayo, apenas hay nubes en el firmamento.

Volaba sola, pero siempre en compañía de su banda de pájaros. Comía mosquitos y hacía diabluras porque le divertía pitorrearse de los cuervos.

En la terraza del edificio más alto, no muy lejos de la catedral, dos niñas preciosas que jugaban a la comba se peleaban por ver quién era la campeona. Mientras, su hermano se sentía un poco solo en el vientre de su madre.

— ¿Qué hacéis chicas? Papá está estudiando para juez y estáis dando tantas voces que no se puede concentrar ni un rato.

— ¡Estamos jugando, mamá! —contestaron las dos al unísono.

—Bueeeeno, pero no os peléis así, que vuestro hermanito me da patadas cada vez que os ponéis como fieras para ver quién de las dos gana. Ya os he dicho mil veces que las dos sois un tesoro que no tiene precio, y cada una tiene su propia magia. No os lancéis esas pullas, ni maldigáis a la otra. Eso no está bonito y luego os enfadáis.

La golondrina presenció toda la escena y sintió unas tremendas ganas de tener padres, hermanas y amigos como los humanos. Aunque era la que mejor volaba, no tenía padres -eso creía la muy tontuela- ¡ella solo sabía que nació de un huevo!

Que un huevo fuera su madre-padre tenía ventajas: no esperaba nada, no regañaba nada, no odiaba ni generaba mal rollo. Pero tampoco daba abrazos, ni te decía te quiero o "me gustaría que volases hasta ese o aquel rincón".

La golondrina anida en el corazón del niño

Total, que la golondrina, que sin duda era mágica, voló y voló cada vez más alto. Cuanto más subía, más se congelaba su cuerpo. Estaba segura de que atravesando el cielo llegaría al mundo de los humanos.

Y lo consiguió. Le costó ascender más allá de las nubes, hasta quedar asfixiada y muerta de frío. A pesar de la ansiedad, del dolor y del miedo expió con una imposible sonrisa serena.

Descendió de los cielos como un lucero y fue a caer sobre el hermano de las niñas. Renació como un rayo de luz en su pecho. Habían pasado muchos años, el niño era casi un hombre. Sintió un escalofrío de placer tan intenso que cerró los ojos por el impacto de ese don del cielo. Cuando abrió los ojos, vio un mundo nuevo.

Entre ladridos y sentencias injustas

Con el paso de los años, las niñas habían crecido hasta hacerse adultas. La mayor era catedrática de marketing en la universidad y viajaba por el mundo entero.

La menor, que era diseñadora, estaba presentando su última colección en la pasarela Cibeles. Ambas triunfaban. Las dos se querían cada vez más... y se odiaban mejor cada año.

Hace años que el padre sacó su oposición de juez. Triunfó tanto que los abandonó a todos por su adicción al trabajo. Mamá se resignó, se desilusionó y se guardó el dolor para verterlo por todos sus poros.

Al crío esto le disgustaba. Desde que tiene conciencia lo recuerda todo como un infierno. Papá dictaba sentencia. Mamá ladraba. Papá y mamá siempre querían llevar razón. Incluso cuando ninguno de los dos la tenía. Aquella guerra de los sexos fue creando facciones entre nosotros.

El niño que no se daba por vencido

Como buen chico quería comprender a sus hermanas, a sus padres y el mundo en que vivía. Pero nada. Se sentía impotente al no saber cómo lograrlo. Lo único que parecía conseguir era odiarse un poco mejor a sí mismo cada día.

Para no armarla, muchas veces guardaba silencio cuando algo le parecía injusto, pero eso le causaba un insoportable ruido en su interior.

Cuando defendía la razón, con tan buen juicio o más que su padre, todo se crispaba.

Era como si una barrera infranqueable les separase de su tierra prometida.

Pero nunca se rindió

Siempre fue valiente y perseverante en el empeño. Aprendió de sus hermanas y de su padre a ser ambicioso. Quiso conocer, cuidarse, crecer, asumir responsabilidades y ser tan respetable como ellos.

Su madre era muy humilde. No tenía corazón ni cabeza porque estaba hecha de diamante, pero era tan bruta que ni ella misma lo sabía. Además, cuando la herían hasta el alma te cortaba.

El muchacho era una joya como su madre, pero más bruto. Un fuera de serie, como su padre, solo que más infeliz que él. Pensó que dándole a la cabeza aún más que su padre, y poniendo todavía más corazón que su madre, conquistaría el alma de sus padres, de sus hermanas y la suya.

Craso error. Con eso lo único que consiguió fue quedarse cada día más solo. Triste y quijotesco iba camino de morirse de sed, de construir su propio infierno, y de perder la gran batalla de los sexos.

La golondrina trajo claridad...

Por extraño que parezca, cuando el espíritu de la golondrina le golpeó desde el cielo, lo vio todo más claro.

Quiso entender que, en la batalla de los sexos, la finalidad no es extremar los polos con afán de dominación, sino aceptar quienes somos y el poder que tenemos.

Podemos transformar la relación que nos separa en otra donde nos sentimos aún más libres y potenciados por el sexo opuesto, y donde nuestros hijos no tienen que tomar partido a favor o en contra de un padre o una madre, y se ven tal como son: hermanos y hermanas.

La receta curativa de la golondrina

La inteligencia emocional es la clave, sí. Pero hasta ahora estaba convencido de que la razón era más importante que la emoción. La eterna discordia entre mis dos hermanas. La falta de armonía en casa. Las interminables discusiones de papá y mamá. Ahora lo sabía, la golondrina se lo había dicho:

— Lo único que hace falta es comerse al cuervo que os separa.
— ¿A qué cuervo te refieres, golondrina?
— Al que abandera el desamor eterno. Con cada victoria del cuervo, uno de vosotros cree ganar porque se siente por encima del otro. Pero perdéis la guerra por el amor. El precio que pagáis es la discordia. El cuervo se parte de risa mientras os perdéis un mundo más musical que mola un huevo.
— No sé si lo entiendo. ¿Me estás diciendo que para volar, para surcar con mis hermanas y amigos el firmamento, sólo tengo que aprender a comer cuervo?
— Sí, pero es muy difícil. Hacen falta buenos huevos para lograrlo. Va contra la naturaleza humana y precisa de un poder que tienen muy pocas personas.

La decisión del niño

Recordó que de niño le exigieron participar en la sangrienta batalla de los sexos. Le pidieron que tomara partido por la causa más justa. Él había pagado con su corazón. Para ganar la batalla del amor dividió su corazón en partes iguales entre su padre y su madre. Y para comprender a sus hermanas entregó su mente al estudio, la contemplación y la aventura.

Como había partido y regalado su corazón, vivía mucho en su cabeza y sólo sabía sufrir y conformase con las migajas de afecto que otros le daban.

Aquel muchacho también necesitaba comprensión. Llegó a pensar que su familia se la debía. Pero estaban todos demasiado ocupados en el infierno, incluido él mismo.

—Golondrina, ahora sé que necesito sentirme en paz para vivir plenamente. De pequeño regalé mi corazón para entrar en esta interminable batalla por padre, madre, mis hermanas, mis amigos y yo. Dices que para recuperarlo tengo que comer cuervo. ¿Puedes enseñarme cómo hacerlo?

—Como te he dicho no es fácil. Necesitas ambición y humildad. Las dos cosas y a la vez. Con tu ambición abrirás la puerta de esa atalaya que es tu mente, pero sin humildad te quedarás encerrado allí. Para llegar al corazón de la vida, necesitarás humildad; pero sin ambición no destruirás el mar de hielo que separa a los hombres.

Del mismo modo que el corazón tiene razones que la mente no puede entender. La mente anhela sentimientos que al corazón le duele sentir.

Comer cuervo significa aceptar que mis dos hermanas —la catedrática de lo racional y la irracional diseñadora- son igualmente poderosas. Una no está por encima de la otra. Ambas son igualmente valiosas. Igual que un corazón no puede vivir sin cabeza, la razón no es nada sin corazón.

Comprendió el poder de la humildad —un arte marcial del espíritu, un aikido del alma, en el que siempre vence el que cede ante el que ataca; porque así acaban ellos recibiendo los golpes que te lanzan.

Encontró lo que necesitaba al entender que la oscuridad se alimenta de la luz. Y que hay luz también en el sombrío interior de cada uno de nosotros.

La auténtica humildad amansa a las fieras que llevamos dentro.

Por cada cuervo que se comía revivía, grande, musical, oscuro y luminoso, su maravilloso corazón antes divido. Al reunirse su corazón, la golondrina tuvo que salir al espacio exterior.

Se comprendió a sí mismo y a la vida. Supo darse paz. Ya no exigió a nadie que lo entendiera. Comprendió que la discordia tiene entre otros costes el corazón de un niño pequeño.

Y trajo la libertad con ella...

Fue creciendiendo, observó libre a su ave, que ascendió de nuevo a los cielos, y que retornó para quedarse en la tierra como bailarina de movimientos libres.

Un día se encontraron. Se casaron en Roma. Ahora son muy felices y sus hijos entrenan cada día para vencer con amor en la batalla de los sexos y poner paz entre sus hermanos y hermanas.

Una golondrina no hace verano, ¡pero una comunidad de fluentistas sí!

Apúntate a Fluenting y apuesta por una causa que también es la tuya: más vida, más plena, más auténtica.

Gana la batalla de los sexos está disponible en: Fluenting

domingo, 28 de octubre de 2018

Vence estoicamente tus temores

Inicialmente escrito para: https://www.fluenting.com

¿Te gustaría triunfar sobre la adversidad?

En las olimpiadas de 1976, el gimnasta Shun Fujimoto, durante su ejercicio de suelo se fracturó la rótula, pero siguió compitiendo. Finalizó su último ejercicio de anillas y clavó la salida. Inmediatamente después, se desmayó de la agonía. Su aguante le valió a él y a su equipo la medalla de oro.

Para mejorar el rendimiento, los entrenadores de deportistas de élite exploran formas de ayudarles a controlar lo que pueden controlar. En especial los aspectos fundamentales: dormir más tranquilos, recuperarse antes y pensar mejor.

¿Es posible gozar de una vida plena sin aceptar el dolor?

Nadie golpea tan duro como la vida. —Rocky Balboa

¿Cuándo es legítimo soportar el dolor?

No se puede tomar conciencia sin dolor. Las personas harán lo que sea, no importa cuán absurdo, para evitar enfrentarse a su propia alma. Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente la oscuridad. — C.G. Jung

¿Alguna vez has estado entre la espada y la pared? ¿Tiene sentido afrontar el miedo o aguantar el dolor cuando podemos evadirnos con una copa o una pastilla?

El emperador romano Marco Aurelio, que mandó desde el 161 al 180 A.C, fue considerado el ideal de líder sabio. Nos dejó una serie de reflexiones conocidas como Las Meditaciones o Pensamientos. Se parecen más a un diario que a un tratado de filosofía.

Marco Aurelio recurría a la filosofía, en particular al estoicismo, para encarar las dificultades. Sus Meditaciones revelan que controlaba sus emociones mediante las creencias. Pensaba que la naturaleza se manifiesta con absoluta perfección y que uno debe aceptar el pasado, lo que no se puede cambiar o lo que otros sienten de corazón.

Sé más estoico

Focalízate en gestionar la emoción; en concreto, las emociones que no te ayudan.

El estoicismo como filosofía realmente va de tus actitudes; de tu mentalidad.

Lo sepan o no, los campeones, los virtuosos y los maestros son todos estoicos. Aguantan el dolor o las dificultades sin quejas ni remordimientos. Controlan lo que pueden controlar. Viven centrados en el momento. Se toman las situaciones de una en una: partido a partido.

No se centra tanto en los principios o en la ética. Más bien recopila un conjunto de ejercicios espirituales diseñados para ayudar a la gente a superar las dificultades de la vida.

El miedo es un buen siervo, pero un mal amo. — Diego Dalvera.

El estoicismo te vacunará contra los miedos infundados y nebulosos, impedirá que el temor a perder calidad de vida te acobarde y te robe tus sueños. Al ensayar situaciones próximas al peor caso posible, te darás cuenta de que no son tan graves y eso te dará un poder extraordinario.

(Descubre cómo superar la ansiedad y el miedo en menos de 10 minutos)

Tomarás mejores decisiones, te facilitará dar los pasos necesarios para emprender tu propio negocio, terminar una relación o encontrar un trabajo nuevo.

Es como si pasaras por un programa de desintoxicación o de limpieza.

¿Qué es el estoicismo?

Google ofrece una definición bastante aceptable del estoicismo:

Escuela filosófica griega y grecorromana fundada por Zenón de Citio en el siglo iv a. C. Enseñaba que el bien no está en los objetos externos, sino en la sabiduría y dominio del alma, que permite liberarse de las pasiones y deseos que perturban la vida.

Se trata de separar cómo ocurren las cosas en este mundo de tu respuesta emocional ante ellas. Consiste en esforzarse por separar lo que puedes controlar —tus emociones internas y pensamientos— de lo que no puedes controlar —el resto del mundo. La finalidad es ir ganando objetividad para ver las cosas tal cual son.

Al tomar esta perspectiva, observarás pronto que la mayoría de tus emociones y deseos realmente no hacen tu vida más plena, sino que a menudo la empobrecen.

¿Esto va de pasarlo mal, de privarse de todo o creerse mejor que el resto?…

Para nada. Se trata de producir efectos dramáticos en tu mundo real. Se aplica -o se podría aplicar- a todo el mundo. La idea es experimentar con tu limitaciones y crecer. Tocar nuestros miedos de vez en cuando para expandir nuestra zona de seguridad. Esto va de practicar el coraje cuando nada nos lo impone. Se trata de ponerte tú mismo retos que te hacen más fuerte para afrontar los cambios.

Sufrimos más por causa de nuestra imaginación que por las realidades de nuestra vida.

Incorpora estos principios del estoicismo para ganar fluenting:

Reconoce que todas las emociones provienen de dentro y que nosotros creamos nuestros sentimientos.

Tendemos a reaccionar sin pensar y por eso no nos damos cuenta de que la respuesta viene de nosotros.

Tú tomas la decisión sobre si quieres o no quieres algo. Tú decides si algo te gusta o no. No depende de otro, del lugar, la cosa o la idea. Basta de atribuir tus emociones y sentimientos al estímulo que los detona. Es decir, tú eres quien produce la saliva; no es el chuletón de ternera el culpable.

Esta es una de las claves del éxito personal, profesional y financiero. Tú eres el creador de tus respuestas emocionales. Tú las puedes cambiar, encender o apagar si así lo eliges. Están dentro de ti.

Encuentra a un Mentor Fiable

Un guía experimentado te ayudará a tomar mejores decisiones al entender sus consecuencias.

Un familiar de confianza, un sacerdote o pastor, o un profesional reputado pueden ser de valor incalculable cuando las emociones te nublan el juicio.

Todos tenemos fracasos, pero la vida continúa

Tememos mil cosas y el miedo es una emoción poderosa. Fracasar es algo muy negativo para la mayoría. Si dejas que el temor a fracasar te impida probar cosas, perderás oportunidades muy valiosas.

Sin riesgo no hay gloria. Asume riesgos que merezcan la pena y arriésgate a fracasar. Aprenderás algo valioso de esa experiencia.

Evalúa los pros y los contras, ¿ves asumible el peor caso posible? Si es así, acepta el reto. Si tienes mucho que ganar y nada que perder arriésgate a fracasar sin dudarlo.

Determina tu propósito y prepárate

Para ser más estoico aprende a evaluar a la gente, las cosas, las situaciones y las ideas sin que la emoción nuble tu juicio. Para lograrlo te harán falta vivencias, conocimientos y la capacidad de aplicarlo todo a las circunstancias actuales de tu vida.

Si quieres algo y no sabes cómo lograrlo, no te rindas. Ve a tu biblioteca más cercana o investiga en internet. Conforme aprendas qué es necesario para alcanzar tu meta irán desapareciendo tus miedos y dificultades previas.

Sé honesto contigo mismo

Procura conocerte un poco mejor. No exageres tus defectos ni tus cualidades. Acepta dónde estás y ponte en marcha para llegar donde quieres ir.

No seas cruel contigo mismo o con los demás. Aprende a tener tacto, pero sé lo más sincero posible.

Usa tu tiempo productivamente

El estoicismo busca el desarrollo de la persona y de la confianza en ella misma. Requiere de inteligencia emocional. Sirve de método experimental para distinguir lo que queremos de lo que necesitamos. Nos ayuda a educar nuestros apetitos para que no nos devoren.

Para tu desarrollo personal, adquirir conocimiento, ponerte en forma, y avanzar en todo lo que quieres suscríbete hoy a Fluenting.

El reto de muchos es gestionar mejor su cheque de 24 horas diarias para progresar en varios aspectos de su vida. (Mejora tu Productividad – Recupera 20+ Horas de Cada Mes.)

Toma nota de cómo empleas tu tiempo. Anótalo en tu diario. Reflexiona. Empieza a identificar oportunidades y reestructura tu agenda para hacer todo lo que realmente deseas.

Estrategias para triunfar estoicamente

1. No malgastes tu tiempo preocupándote por personas vanidosas que no tienen impacto positivo sobre los demás.

Afecta en gran medida a tu calidad de vida con quién eliges pasar tu tiempo. Invierte tu tiempo, tu energía o tu dinero en personas que te ayuden a sacar lo mejor de ti mismo. Focalízate en los pocos que marcarán la diferencia. Aprecia y aprende de lo que hacen, piensan y dicen. Tus recursos son limitados, no los desperdicies.

Ayuda a los demás, pero no lo hagas a costa de la ansiedad, los pensamientos frívolos o la destructividad.

No concedas a las pequeñeces de la vida más tiempo del necesario. Da a cada cosa la atención que merece.

2. Vive en el presente

Tu vida es ahora. Lo relevante ocurre en este momento. Nada ganas ausentando tu mente de donde se encuentra tu cuerpo.

3. Resiste la tentación de imponer tus sentimientos sobre la realidad

El emperador Marco Aurelio sufrió asedios, rebeliones y muertes constantes (incluida la de su mujer y su mejor amigo). Además se dio cuenta de que su hijo Cómodo estaba destinado a ser un mal dirigente.

Pero al descontar sus sentimientos la percepción de la situación cambiaba. Podía tener empatía por la gente que le decepcionaba y aceptar las pérdidas que tanto le dolían, puesto que nada en la naturaleza —como la muerte y la vejez— son malas.

4. Haz del obstáculo una oportunidad

Estoico es aquel que transforma el miedo en prudencia, el dolor en cambio, los errores en una iniciación y los deseos en compromiso.

5. Encuentra paz dentro de ti mismo

No hace falta irse de vacaciones a la playa o a esquiar para encontrar descanso. Medita brevemente. Tranquiliza tu mente. Siéntate en silencio, pasea a solas para encontrar la paz que llevas dentro.

6. No guardes rencor por la forma de ser de la gente

No intentes cambiar el carácter de la gente, incluso cuando te hayan causado algún mal. Deja de pedir peras a los olmos. No guardes rencor a la higuera porque no te gusten los higos.

7. Tú eres el único responsable de tu propia felicidad

Elige no ser herido —y no te sentirás herido. No te sientas herido —y no te habrán herido —Marco Aurelio.

Tampoco dejes que la adulación de otros te embriague. No te definas por cómo otros te ven. La única forma de que te hagan daño es que les dejes empobrecer tu carácter.

8. Sé consciente de tu mortalidad

¿Y si este fuera tu último día? Deja que eso determine lo que dices y piensas. No temas la muerte inevitable, toma conciencia de lo efímera que es nuestra vida. Serás más libre para lograr lo que deseas.

También verás a la gente tal como es, más allá de las máscaras y los valores impuestos por la estructura social. La vida y la muerte, el éxito y el fracaso, el dolor y el placer, la riqueza y la pobreza, todas estas cosas les ocurren a justos y pecadores. No son nobles o vergonzosas —y, por tanto, no son buenas o malas.

Más Fluenting — Sigue avanzando

Todo pasa. Lo que importa es tu propio viaje personal. Reflexionar y meditar son actividades importantes, pero lo que marca la diferencia es tu impacto sobre los demás. Cómo ayudas a otros a la vez que conectas más profundamente con lo que significa ser humano.

Marco Aurelio se escribe a sí mismo: "Haz lo que la naturaleza pide. Muévete. No te preocupes por si te darán o no crédito por ello. No esperes un mundo ideal. Alégrate incluso del menor de los progresos y considera el resultado de todo como algo sin importancia."

CINCO CITAS DE SÉNECA SOBRE EL ESTOICISMO PARA SUPERAR TUS RETOS

  • "Ningún luchador puede ir con la moral alta a la lucha si nunca fue golpeado y abatido. El único participante que puede, con confianza, entrar a la lista es el hombre que ha visto su propia sangre; aquel cuyos dientes crepitaron bajo los puñetazos de su oponente; el que ha tropezado y caído por toda la fuerza del embate de su adversario;aquel que abatido en cuerpo no abatió su espíritu; aquel que cada vez que cayó; resurgió con mayor desafío que nunca."
  • "Nosotros tenemos el hábito de exagerar, imaginar o anticipar el dolor… Lo que yo digo ligero, tú pretendes gravísimo. Conozco algunos que ríen entre los latigazos, otros que gimen con puñetazos. Consideremos, una de dos: o esto acontece en virtud del evento en sí mismo o por causa de nuestras debilidades… Quien se aflige antes de tiempo, se aflige más de lo necesario."
  • "Intimemos con la pobreza para que la fortuna no nos pille desprevenidos. Seremos ricos con mayor comodidad si entendemos lo lejos que la pobreza queda de ser una carga."
  • "Esta es la prueba más certera que un hombre puede tener de su propio autodominio; si no busca los lujos ni se queda fascinado por ellos. Muestra mucho más coraje al permanecer sereno y sobrio mientras la muchedumbre está vomitando borracha. Pero muestra aún mayor valentía cuando en lugar de apartarse de las masas se queda para hacer las cosas de un modo distinto."
  • "Cuando te desafíes a vivir sin lujos ni caprichos, repítete a ti mismo:'¿es esta la situación que tanto temía?' El alma debería fortalecerse antes de encontrar las situaciones de mayor estrés. Mientras la fortuna te sonríe fortalécela contra su violencia."

Los obstáculos marcan el camino: da tu siguiente paso

Usando las herramientas del estoicismo podrás navegar el mundo actual y mantener el control de tu vida. Te ayudará a dar más sentido al mundo que te rodea y tomar mejores decisiones que te conduzcan al éxito personal, financiero y profesional.

“Lo que impide la acción ayuda a su avance. Lo que obstaculiza el camino se tranforma en el camino.” —Marco Aurelio

Si quieres cambiar tu vida a mejor, suscríbete totalmente gratis a Fluenting y empieza tu transformación.

Vence estoicamente tus temores es cortesía de: www.fluenting.com



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Vence estoicamente tus temores

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¿Te gustaría triunfar sobre la adversidad?

En las olimpiadas de 1976, el gimnasta Shun Fujimoto, durante su ejercicio de suelo se fracturó la rótula, pero siguió compitiendo. Finalizó su último ejercicio de anillas y clavó la salida. Inmediatamente después, se desmayó de la agonía. Su aguante le valió a él y a su equipo la medalla de oro.

Para mejorar el rendimiento, los entrenadores de deportistas de élite exploran formas de ayudarles a controlar lo que pueden controlar. En especial los aspectos fundamentales: dormir más tranquilos, recuperarse antes y pensar mejor.

¿Es posible gozar de una vida plena sin aceptar el dolor?

Nadie golpea tan duro como la vida. —Rocky Balboa

¿Cuándo es legítimo soportar el dolor?

No se puede tomar conciencia sin dolor. Las personas harán lo que sea, no importa cuán absurdo, para evitar enfrentarse a su propia alma. Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente la oscuridad. — C.G. Jung

¿Alguna vez has estado entre la espada y la pared? ¿Tiene sentido afrontar el miedo o aguantar el dolor cuando podemos evadirnos con una copa o una pastilla?

El emperador romano Marco Aurelio, que mandó desde el 161 al 180 A.C, fue considerado el ideal de líder sabio. Nos dejó una serie de reflexiones conocidas como Las Meditaciones o Pensamientos. Se parecen más a un diario que a un tratado de filosofía.

Marco Aurelio recurría a la filosofía, en particular al estoicismo, para encarar las dificultades. Sus Meditaciones revelan que controlaba sus emociones mediante las creencias. Pensaba que la naturaleza se manifiesta con absoluta perfección y que uno debe aceptar el pasado, lo que no se puede cambiar o lo que otros sienten de corazón.

Sé más estoico

Focalízate en gestionar la emoción; en concreto, las emociones que no te ayudan.

El estoicismo como filosofía realmente va de tus actitudes; de tu mentalidad.

Lo sepan o no, los campeones, los virtuosos y los maestros son todos estoicos. Aguantan el dolor o las dificultades sin quejas ni remordimientos. Controlan lo que pueden controlar. Viven centrados en el momento. Se toman las situaciones de una en una: partido a partido.

No se centra tanto en los principios o en la ética. Más bien recopila un conjunto de ejercicios espirituales diseñados para ayudar a la gente a superar las dificultades de la vida.

El miedo es un buen siervo, pero un mal amo. — Diego Dalvera.

El estoicismo te vacunará contra los miedos infundados y nebulosos, impedirá que el temor a perder calidad de vida te acobarde y te robe tus sueños. Al ensayar situaciones próximas al peor caso posible, te darás cuenta de que no son tan graves y eso te dará un poder extraordinario.

(Descubre cómo superar la ansiedad y el miedo en menos de 10 minutos)

Tomarás mejores decisiones, te facilitará dar los pasos necesarios para emprender tu propio negocio, terminar una relación o encontrar un trabajo nuevo.

Es como si pasaras por un programa de desintoxicación o de limpieza.

¿Qué es el estoicismo?

Google ofrece una definición bastante aceptable del estoicismo:

Escuela filosófica griega y grecorromana fundada por Zenón de Citio en el siglo iv a. C. Enseñaba que el bien no está en los objetos externos, sino en la sabiduría y dominio del alma, que permite liberarse de las pasiones y deseos que perturban la vida.

Se trata de separar cómo ocurren las cosas en este mundo de tu respuesta emocional ante ellas. Consiste en esforzarse por separar lo que puedes controlar —tus emociones internas y pensamientos— de lo que no puedes controlar —el resto del mundo. La finalidad es ir ganando objetividad para ver las cosas tal cual son.

Al tomar esta perspectiva, observarás pronto que la mayoría de tus emociones y deseos realmente no hacen tu vida más plena, sino que a menudo la empobrecen.

¿Esto va de pasarlo mal, de privarse de todo o creerse mejor que el resto?…

Para nada. Se trata de producir efectos dramáticos en tu mundo real. Se aplica -o se podría aplicar- a todo el mundo. La idea es experimentar con tu limitaciones y crecer. Tocar nuestros miedos de vez en cuando para expandir nuestra zona de seguridad. Esto va de practicar el coraje cuando nada nos lo impone. Se trata de ponerte tú mismo retos que te hacen más fuerte para afrontar los cambios.

Sufrimos más por causa de nuestra imaginación que por las realidades de nuestra vida.

Incorpora estos principios del estoicismo para ganar fluenting:

Reconoce que todas las emociones provienen de dentro y que nosotros creamos nuestros sentimientos.

Tendemos a reaccionar sin pensar y por eso no nos damos cuenta de que la respuesta viene de nosotros.

Tú tomas la decisión sobre si quieres o no quieres algo. Tú decides si algo te gusta o no. No depende de otro, del lugar, la cosa o la idea. Basta de atribuir tus emociones y sentimientos al estímulo que los detona. Es decir, tú eres quien produce la saliva; no es el chuletón de ternera el culpable.

Esta es una de las claves del éxito personal, profesional y financiero. Tú eres el creador de tus respuestas emocionales. Tú las puedes cambiar, encender o apagar si así lo eliges. Están dentro de ti.

Encuentra a un Mentor Fiable

Un guía experimentado te ayudará a tomar mejores decisiones al entender sus consecuencias.

Un familiar de confianza, un sacerdote o pastor, o un profesional reputado pueden ser de valor incalculable cuando las emociones te nublan el juicio.

Todos tenemos fracasos, pero la vida continúa

Tememos mil cosas y el miedo es una emoción poderosa. Fracasar es algo muy negativo para la mayoría. Si dejas que el temor a fracasar te impida probar cosas, perderás oportunidades muy valiosas.

Sin riesgo no hay gloria. Asume riesgos que merezcan la pena y arriésgate a fracasar. Aprenderás algo valioso de esa experiencia.

Evalúa los pros y los contras, ¿ves asumible el peor caso posible? Si es así, acepta el reto. Si tienes mucho que ganar y nada que perder arriésgate a fracasar sin dudarlo.

Determina tu propósito y prepárate

Para ser más estoico aprende a evaluar a la gente, las cosas, las situaciones y las ideas sin que la emoción nuble tu juicio. Para lograrlo te harán falta vivencias, conocimientos y la capacidad de aplicarlo todo a las circunstancias actuales de tu vida.

Si quieres algo y no sabes cómo lograrlo, no te rindas. Ve a tu biblioteca más cercana o investiga en internet. Conforme aprendas qué es necesario para alcanzar tu meta irán desapareciendo tus miedos y dificultades previas.

Sé honesto contigo mismo

Procura conocerte un poco mejor. No exageres tus defectos ni tus cualidades. Acepta dónde estás y ponte en marcha para llegar donde quieres ir.

No seas cruel contigo mismo o con los demás. Aprende a tener tacto, pero sé lo más sincero posible.

Usa tu tiempo productivamente

El estoicismo busca el desarrollo de la persona y de la confianza en ella misma. Requiere de inteligencia emocional. Sirve de método experimental para distinguir lo que queremos de lo que necesitamos. Nos ayuda a educar nuestros apetitos para que no nos devoren.

Para tu desarrollo personal, adquirir conocimiento, ponerte en forma, y avanzar en todo lo que quieres suscríbete hoy a Fluenting.

El reto de muchos es gestionar mejor su cheque de 24 horas diarias para progresar en varios aspectos de su vida. (Mejora tu Productividad – Recupera 20+ Horas de Cada Mes.)

Toma nota de cómo empleas tu tiempo. Anótalo en tu diario. Reflexiona. Empieza a identificar oportunidades y reestructura tu agenda para hacer todo lo que realmente deseas.

Estrategias para triunfar estoicamente

1. No malgastes tu tiempo preocupándote por personas vanidosas que no tienen impacto positivo sobre los demás.

Afecta en gran medida a tu calidad de vida con quién eliges pasar tu tiempo. Invierte tu tiempo, tu energía o tu dinero en personas que te ayuden a sacar lo mejor de ti mismo. Focalízate en los pocos que marcarán la diferencia. Aprecia y aprende de lo que hacen, piensan y dicen. Tus recursos son limitados, no los desperdicies.

Ayuda a los demás, pero no lo hagas a costa de la ansiedad, los pensamientos frívolos o la destructividad.

No concedas a las pequeñeces de la vida más tiempo del necesario. Da a cada cosa la atención que merece.

2. Vive en el presente

Tu vida es ahora. Lo relevante ocurre en este momento. Nada ganas ausentando tu mente de donde se encuentra tu cuerpo.

3. Resiste la tentación de imponer tus sentimientos sobre la realidad

El emperador Marco Aurelio sufrió asedios, rebeliones y muertes constantes (incluida la de su mujer y su mejor amigo). Además se dio cuenta de que su hijo Cómodo estaba destinado a ser un mal dirigente.

Pero al descontar sus sentimientos la percepción de la situación cambiaba. Podía tener empatía por la gente que le decepcionaba y aceptar las pérdidas que tanto le dolían, puesto que nada en la naturaleza —como la muerte y la vejez— son malas.

4. Haz del obstáculo una oportunidad

Estoico es aquel que transforma el miedo en prudencia, el dolor en cambio, los errores en una iniciación y los deseos en compromiso.

5. Encuentra paz dentro de ti mismo

No hace falta irse de vacaciones a la playa o a esquiar para encontrar descanso. Medita brevemente. Tranquiliza tu mente. Siéntate en silencio, pasea a solas para encontrar la paz que llevas dentro.

6. No guardes rencor por la forma de ser de la gente

No intentes cambiar el carácter de la gente, incluso cuando te hayan causado algún mal. Deja de pedir peras a los olmos. No guardes rencor a la higuera porque no te gusten los higos.

7. Tú eres el único responsable de tu propia felicidad

Elige no ser herido —y no te sentirás herido. No te sientas herido —y no te habrán herido —Marco Aurelio.

Tampoco dejes que la adulación de otros te embriague. No te definas por cómo otros te ven. La única forma de que te hagan daño es que les dejes empobrecer tu carácter.

8. Sé consciente de tu mortalidad

¿Y si este fuera tu último día? Deja que eso determine lo que dices y piensas. No temas la muerte inevitable, toma conciencia de lo efímera que es nuestra vida. Serás más libre para lograr lo que deseas.

También verás a la gente tal como es, más allá de las máscaras y los valores impuestos por la estructura social. La vida y la muerte, el éxito y el fracaso, el dolor y el placer, la riqueza y la pobreza, todas estas cosas les ocurren a justos y pecadores. No son nobles o vergonzosas —y, por tanto, no son buenas o malas.

Más Fluenting — Sigue avanzando

Todo pasa. Lo que importa es tu propio viaje personal. Reflexionar y meditar son actividades importantes, pero lo que marca la diferencia es tu impacto sobre los demás. Cómo ayudas a otros a la vez que conectas más profundamente con lo que significa ser humano.

Marco Aurelio se escribe a sí mismo: "Haz lo que la naturaleza pide. Muévete. No te preocupes por si te darán o no crédito por ello. No esperes un mundo ideal. Alégrate incluso del menor de los progresos y considera el resultado de todo como algo sin importancia."

CINCO CITAS DE SÉNECA SOBRE EL ESTOICISMO PARA SUPERAR TUS RETOS

  • "Ningún luchador puede ir con la moral alta a la lucha si nunca fue golpeado y abatido. El único participante que puede, con confianza, entrar a la lista es el hombre que ha visto su propia sangre; aquel cuyos dientes crepitaron bajo los puñetazos de su oponente; el que ha tropezado y caído por toda la fuerza del embate de su adversario;aquel que abatido en cuerpo no abatió su espíritu; aquel que cada vez que cayó; resurgió con mayor desafío que nunca."
  • "Nosotros tenemos el hábito de exagerar, imaginar o anticipar el dolor… Lo que yo digo ligero, tú pretendes gravísimo. Conozco algunos que ríen entre los latigazos, otros que gimen con puñetazos. Consideremos, una de dos: o esto acontece en virtud del evento en sí mismo o por causa de nuestras debilidades… Quien se aflige antes de tiempo, se aflige más de lo necesario."
  • "Intimemos con la pobreza para que la fortuna no nos pille desprevenidos. Seremos ricos con mayor comodidad si entendemos lo lejos que la pobreza queda de ser una carga."
  • "Esta es la prueba más certera que un hombre puede tener de su propio autodominio; si no busca los lujos ni se queda fascinado por ellos. Muestra mucho más coraje al permanecer sereno y sobrio mientras la muchedumbre está vomitando borracha. Pero muestra aún mayor valentía cuando en lugar de apartarse de las masas se queda para hacer las cosas de un modo distinto."
  • "Cuando te desafíes a vivir sin lujos ni caprichos, repítete a ti mismo:'¿es esta la situación que tanto temía?' El alma debería fortalecerse antes de encontrar las situaciones de mayor estrés. Mientras la fortuna te sonríe fortalécela contra su violencia."

Los obstáculos marcan el camino: da tu siguiente paso

Usando las herramientas del estoicismo podrás navegar el mundo actual y mantener el control de tu vida. Te ayudará a dar más sentido al mundo que te rodea y tomar mejores decisiones que te conduzcan al éxito personal, financiero y profesional.

“Lo que impide la acción ayuda a su avance. Lo que obstaculiza el camino se tranforma en el camino.” —Marco Aurelio

Si quieres cambiar tu vida a mejor, suscríbete totalmente gratis a Fluenting y empieza tu transformación.

Vence estoicamente tus temores es cortesía de: www.fluenting.com

sábado, 27 de octubre de 2018

¿Te falta motivación para adelgazar?

Por cortesía de: Diego Dalvera

¿Has intentado adelgazar varias veces y vuelves a dejarte vencer por los dulces y otros pecados? ¿Piensas que tendrías que hacer más ejercicio, pero te puede la pereza?

Para adelgazar de forma consistente y no volver a perder kilos, no es solo cuestión de saber qué comer o qué ejercicio hacer. El tipo de motivación que tengas durante la dieta tiene un gran impacto en tu resultado final. Si has probado algunas ideas para motivarte, pero aún así, te has venido abajo en mitad de la dieta, sigue leyendo. En este post vas a descubrir qué funciona y qué te lleva directamente a caer en la tentación.

La recompensa...

“Si adelgazo 4 kilos este mes, me premiaré con una pizza o me iré de viaje a la playa con la familia”. Lo primero que sueles pensar al ponerte a dieta es incentivarte con una recompensa.

Estos premios, aparentemente apetecibles, no mantienen la motivación a largo plazo. Es cierto que la “zanahoria” refuerza el comportamiento que quieres ver. Pero por mucho que te guste el premio, si no disfrutas del proceso de adelgazar, perderás la motivación y volverás a los viejos hábitos que te harán engordar.

El palo...

El ejemplo más típico de la motivación tipo “palo” es el de poner una foto actual en calzoncillos pegada al frigorífico. La intención es que cuando vayas a picar algo y veas tu barriga en la foto, te sientas tan mal que no quieras abrir la puerta de la nevera.

Otro ejemplo, menos común, es el de transportar durante unos minutos al día tanto peso como te sobre. Por ejemplo, si te sobran 10 kilos, puedes caminar con una garrafa de 5 litros de agua a cada lado.

El objetivo es hacerse consciente de lo incómodo que es ir con 10 kilos de más a todas partes. Si llevas mucho tiempo con sobrepeso es posible que te hayas acostumbrado y te venga bien este ejercicio. Sin embargo, si sigues como única estrategia el palo, puede que acabes deprimido y pensando: ¡qué gordo estoy!, pero sin adelgazar ni un gramo.

El palo y la zanahoria pueden ser útiles si los usas como pequeñas ayudas, pero necesitas algo más: una motivación intrínseca.

Para adelgazar de forma consistente y no volver a ganar kilos, no basta con huir de los castigos y perseguir recompensas. Necesitas una motivación 3.0…

Antes de ponerte a dieta es importante que tomes la siguiente decisión:

¿Pido ayuda o no?

Respuesta: depende. Si quieres adelgazar sin más, pide ayuda a un profesional. Puedes hacer lo que él diga y adelgazar más rápidamente que si lo hicieras solo. .

PEEEEERO… si lo que quieres es adelgazar definitivamente y cambiar tus hábitos, necesitas ver tu proyecto como una inversión de salud a largo plazo. Pedir ayuda es bueno, pero quizá te compense también saber algo de nutrición y ejercicio.

Conozco a una mujer de unos 50 años que adelgazó 25 kilos con ayuda de un nutricionista. Estaba muy contenta. El problema es que cuando dejó de necesitar ayuda, volvía a engordar o le subía el colesterol y no sabía qué hacer.

Pedir ayuda es bueno, pero no te recomiendo que lo dejes todo en manos de un profesional. Aprende tú también a comer y a mantener tus nuevos hábitos. Probablemente no solo quieres adelgazar; también quieres mantener un estilo de vida saludable durante muchos años...

Consejo: Ya que vas a hacer el esfuerzo de adelgazar, asegúrate de que lo que haces tenga resultados permanentes.

La motivación 3.0… “La Buena”

¿Cómo puedes adelgazar definitivamente y no perder la motivación por el camino? Si estás harto de empezar con las dietas y no terminarlas nunca quizás el problema no es la dieta que sigues. Es posible que necesites desarrollar una motivación 3.0. Responder a las siguientes preguntas te ayudará.

  1. ¿Quieres adelgazar por ti mismo o por algo o alguien de fuera? Si no lo haces por ti mismo, la motivación te durará poco, aunque te ayudes de la zanahoria y el palo. Aclara cuántos kilos quieres perder y una fecha realista que sea creíble para ti.
  2. ¿Sientes el impulso de mejorar cada día? Es importante que decidas seguir tu camino hasta el final. Es frecuente ver a gente que quiere abandona la dieta cuando solo ha perdido la mitad de lo que quería. No veas la comida sana y el ejercicio como un hábito temporal para adelgazar. Por el contrario, piensa que es para siempre y que te gusta mejorar cada día más. Conforme consigas vayas consiguiendo tus metas, fíjate objetivos nuevos. Así serás más constante y llegarás hasta el final de tu meta.
  3. ¿Por qué quieres adelgazar? Procura tener un propósito que vaya más allá de estar más guapo. Tendrás más éxito a la hora de perder peso si tienes una causa más grande que tú mismo. Por ejemplo, te puede ayudar pensar en que tus hijos se merecen un padre más sano cuanto antes.

Si hasta ahora has fracasado en tus intentos de adelgazar, no estabas utilizando la motivación correcta. Los palos y las zanahorias no bastan para ser constante en tu dieta. Además, abusar de ellos te acabará frustrando.

Si en algún momento de la dieta flojeas y te dan ganas de hincharte a comer o no hacer el ejercicio del día, tal vez necesites más motivación 3.0.

(NOTA: ¿Sientes que algo te frena constantemente para conseguir tus metas? Descubre aquí las claves para fluir en todas las áreas de tu vida)

¿Te falta motivación para adelgazar? se ha publicado de: https://www.fluenting.com

¿Te falta motivación para adelgazar?

Por cortesía de: Diego Dalvera

¿Has intentado adelgazar varias veces y vuelves a dejarte vencer por los dulces y otros pecados? ¿Piensas que tendrías que hacer más ejercicio, pero te puede la pereza?

Para adelgazar de forma consistente y no volver a perder kilos, no es solo cuestión de saber qué comer o qué ejercicio hacer. El tipo de motivación que tengas durante la dieta tiene un gran impacto en tu resultado final. Si has probado algunas ideas para motivarte, pero aún así, te has venido abajo en mitad de la dieta, sigue leyendo. En este post vas a descubrir qué funciona y qué te lleva directamente a caer en la tentación.

La recompensa...

“Si adelgazo 4 kilos este mes, me premiaré con una pizza o me iré de viaje a la playa con la familia”. Lo primero que sueles pensar al ponerte a dieta es incentivarte con una recompensa.

Estos premios, aparentemente apetecibles, no mantienen la motivación a largo plazo. Es cierto que la “zanahoria” refuerza el comportamiento que quieres ver. Pero por mucho que te guste el premio, si no disfrutas del proceso de adelgazar, perderás la motivación y volverás a los viejos hábitos que te harán engordar.

El palo...

El ejemplo más típico de la motivación tipo “palo” es el de poner una foto actual en calzoncillos pegada al frigorífico. La intención es que cuando vayas a picar algo y veas tu barriga en la foto, te sientas tan mal que no quieras abrir la puerta de la nevera.

Otro ejemplo, menos común, es el de transportar durante unos minutos al día tanto peso como te sobre. Por ejemplo, si te sobran 10 kilos, puedes caminar con una garrafa de 5 litros de agua a cada lado.

El objetivo es hacerse consciente de lo incómodo que es ir con 10 kilos de más a todas partes. Si llevas mucho tiempo con sobrepeso es posible que te hayas acostumbrado y te venga bien este ejercicio. Sin embargo, si sigues como única estrategia el palo, puede que acabes deprimido y pensando: ¡qué gordo estoy!, pero sin adelgazar ni un gramo.

El palo y la zanahoria pueden ser útiles si los usas como pequeñas ayudas, pero necesitas algo más: una motivación intrínseca.

Para adelgazar de forma consistente y no volver a ganar kilos, no basta con huir de los castigos y perseguir recompensas. Necesitas una motivación 3.0…

Antes de ponerte a dieta es importante que tomes la siguiente decisión:

¿Pido ayuda o no?

Respuesta: depende. Si quieres adelgazar sin más, pide ayuda a un profesional. Puedes hacer lo que él diga y adelgazar más rápidamente que si lo hicieras solo. .

PEEEEERO… si lo que quieres es adelgazar definitivamente y cambiar tus hábitos, necesitas ver tu proyecto como una inversión de salud a largo plazo. Pedir ayuda es bueno, pero quizá te compense también saber algo de nutrición y ejercicio.

Conozco a una mujer de unos 50 años que adelgazó 25 kilos con ayuda de un nutricionista. Estaba muy contenta. El problema es que cuando dejó de necesitar ayuda, volvía a engordar o le subía el colesterol y no sabía qué hacer.

Pedir ayuda es bueno, pero no te recomiendo que lo dejes todo en manos de un profesional. Aprende tú también a comer y a mantener tus nuevos hábitos. Probablemente no solo quieres adelgazar; también quieres mantener un estilo de vida saludable durante muchos años...

Consejo: Ya que vas a hacer el esfuerzo de adelgazar, asegúrate de que lo que haces tenga resultados permanentes.

La motivación 3.0… “La Buena”

¿Cómo puedes adelgazar definitivamente y no perder la motivación por el camino? Si estás harto de empezar con las dietas y no terminarlas nunca quizás el problema no es la dieta que sigues. Es posible que necesites desarrollar una motivación 3.0. Responder a las siguientes preguntas te ayudará.

  1. ¿Quieres adelgazar por ti mismo o por algo o alguien de fuera? Si no lo haces por ti mismo, la motivación te durará poco, aunque te ayudes de la zanahoria y el palo. Aclara cuántos kilos quieres perder y una fecha realista que sea creíble para ti.
  2. ¿Sientes el impulso de mejorar cada día? Es importante que decidas seguir tu camino hasta el final. Es frecuente ver a gente que quiere abandona la dieta cuando solo ha perdido la mitad de lo que quería. No veas la comida sana y el ejercicio como un hábito temporal para adelgazar. Por el contrario, piensa que es para siempre y que te gusta mejorar cada día más. Conforme consigas vayas consiguiendo tus metas, fíjate objetivos nuevos. Así serás más constante y llegarás hasta el final de tu meta.
  3. ¿Por qué quieres adelgazar? Procura tener un propósito que vaya más allá de estar más guapo. Tendrás más éxito a la hora de perder peso si tienes una causa más grande que tú mismo. Por ejemplo, te puede ayudar pensar en que tus hijos se merecen un padre más sano cuanto antes.

Si hasta ahora has fracasado en tus intentos de adelgazar, no estabas utilizando la motivación correcta. Los palos y las zanahorias no bastan para ser constante en tu dieta. Además, abusar de ellos te acabará frustrando.

Si en algún momento de la dieta flojeas y te dan ganas de hincharte a comer o no hacer el ejercicio del día, tal vez necesites más motivación 3.0.

(NOTA: ¿Sientes que algo te frena constantemente para conseguir tus metas? Descubre aquí las claves para fluir en todas las áreas de tu vida)

¿Te falta motivación para adelgazar? se ha publicado de: https://www.fluenting.com



source https://www.fluenting.com/falta-motivacion-adelgazar

viernes, 26 de octubre de 2018

Cómo ser más auténtico y disfrutar tu vida— (Parte II)

Primero visto en: Blog de Fluenting

En la parte I, te comenté algunas claves para ser más auténtico. Además descubriste:

  • Qué hacer cuando tu vida no te llena
  • Cómo tomar decisiones que te llevan a buen puerto
  • Cómo seguir tu propia senda en la vida

Hoy te ayudaré a encontrar y disfrutar tu propio camino.

No ignores tu propia historia

Interpreta los acontecimientos clave que marcaron tu vida. Así evitarás repetir los errores del pasado. Esta es una tarea que muchas personas prefieren ignorar por miedo a revivir el pasado.

Los que ignoran su propia historia se condenan a sí mismos a darse contra la misma piedra. Y peor aún, cargan sobre sus hijos la hipoteca por no haber hecho los deberes.

Si quieres experimentar una mayor satisfacción personal tendrás que aceptar primero, y superar después, las hipotecas heredadas, los errores y las carencias del pasado. Para ello necesitarás decisión y coraje. Esfuérzate por percibir las cosas tal cual son ahora.

Acepta la vida en toda su dimensión sin rechazar lo que no te gusta. Toda moneda tiene su cara y su cruz; sin una de estas caras sería falsa y de nada valdría.

Párate dos o tres tardes a describir en papel las 5 experiencias que han tenido más peso en tu vida. Identifica los patrones que se repiten en tu historia y conecta los acontecimientos clave de tu vida. Pregúntate…
¿Adónde apunta todo esto? ¿Qué mensaje positivo podría sacar?

Ten la valentía de ver tu vida con perspectiva. Busca inspiración en ella. Descubre tus raíces. Comparte esas historias con otras personas, si lo consideras oportuno. Transmíteles tus valores, tus inquietudes y date a conocer ayudando a los demás a entender qué es importante para ti y qué te propones.

Levántate y anda. No estás muerto en vida

Te sientes muerto en vida cuando tienes que sepultar tu verdadero ser; cuando sientes que para satisfacer alguna de tus necesidades, no tienes otro remedio que fingir; cuando no te paras a entender quién eres, cuáles son tus orígenes y qué es importante para ti; cuando te dejas llevar por el viento, sin goce, ni propósito, ni destino alguno; cuando te sientes descentrado, indeciso y actúas desde el miedo; cuando te escondes en tus actos porque temes lo que otros pueden pensar lo qué dirás o qué harás.

Cuando eres más tú mismo y tienes claridad, tomas mejores decisiones a pesar de los riesgos; tus acciones son más genuinas a pesar de las consecuencias.

Postergar las decisiones o no decidir es una decisión pasiva. La pasividad es lo más parecido a la muerte en vida. Una piedra o un tronco a la deriva no deciden, reaccionan ante los golpazos. Decidir te da vida y refleja tu poder humano.

Evadirte o comerte lo que te preocupa o te duele te conduce a un hábito perdedor. Tampoco se gana mucho haciendo el bestia, es decir, cuando descargas impulsivamente tu frustración o tu agobio sobre otros. La única salida viable es poner más conciencia.

Haz lo posible por identificar qué necesitas realmente y qué es lo correcto en esta situación. Es importante esforzarse por tomar decisiones constructivas que mejoren tu vida y la de los demás.

Busca a tus héroes

La violencia es el plato del día. No es noticia si no sangra o chilla. El miedo y la intimidación son una forma de control. Pero tú puedes elegir y comer a la carta. ¿Quiénes son tus héroes? ¿Cuáles son tus modelos humanos favoritos? Tu imaginación se nutre de lo que percibes. No le des comida basura.

Inspírate en tus héroes, destierra la desilusión y fortalece tu actitud. Sumérgete en biografías inspiradoras y películas que estimulen tus mejores sentimientos. Te ayudarán a salir del descontento y la desesperanza. También te animarán a apuntar más alto y con más resolución.

Puedes aprender mucho, tanto de tus héroes como de tus antihéroes. Identifica tus valores vitales. ¿Por qué son importantes para ti? Cuando los tengas claros, te impulsarán a defender tu vida y tu libertad de toda forma de tiranía.

Encuentra un porqué y aparecerá el cómo

Las razones por las que haces las cosas son más importantes, incluso, que tus aspiraciones y tus sueños.

Todos los héroes demuestran coraje. Pero, ¿quién puede tener coraje sin un porqué? Y quién no encuentra el valor cuando la causa es digna. ¿Qué padre, por mucho que tema al océano embravecido, no se lanzaría al rescate de su hija pequeña cuando se la quiere tragar la mar?

Si tu motivación es fuerte, el compromiso con tus metas y con la vida que quieres también lo será. Conecta con un gran porqué y tendrás la mitad del camino hecho.

La idea de libertad es muy atractiva para todos, pero ¿por qué y para qué quieres ser libre? Esa es la pregunta importante. ¿Qué piensas hacer con tu libertad? ¿Por qué quieres conseguir lo que te propones?

El cuerpo no sigue a la cabeza, sino al corazón. Para llegar a tu destino, lanza tu corazón por encima de tus obstáculos y el resto de tu cuerpo le seguirá. ¿Qué más quieres que no tengas ya? ¿Por qué es tan importante para ti? Como un niño, pregúntate por qué una y otra vez, indaga en tus argumentos. ¿Te convencen? Profundiza en la razón de ser de tus propósitos. Encontrarás verdadera energía para financiar tus proyectos vitales.

Aprende a conducir y lleva tu vida donde quieras

Si sientes que nunca tienes la vida que quieres, quizá venías de un lugar mucho más oscuro y abismal de lo que creías. Tal vez has hecho más de lo que crees y tienes más de lo que piensas. Mira hacia atrás y aprecia lo mucho que has recorrido. Cada uno de nosotros cumple una función vital. Tu vida no es en vano. Apréciala por un instante.

El liderazgo es la capacidad de conducir tu vida y contribuir a un mundo mejor para ti y para la gente. Es un factor clave en tu viaje a nuevos horizontes personales.

Pretender que otras personas se hagan responsables de tu vida, cuando ya no eres un crío, te hará sentir impotente. Evadir los problemas conduce al estrés crónico, al aislamiento y a ser cada vez menos capaz de gestionar los retos de la vida. No demores la acción ni eludas el riesgo de conducir tu vida. Tal vez puedas culpar a otros de tus penas, pero estarás atrapado en un ‘Fórmula 1’ que no puedes llevar por ti mismo a ninguna parte.

Otro gran peligro al volante es perderle el respeto a la carretera y a los demás. Ir por la vida descontrolado significa dar dos pasos adelante y otros dos atrás. Por supuesto, si hay dificultades irás cuesta abajo, por pura comodidad. Del mismo modo, conducir como un loco ‘tu Fórmula 1’ porque te sube la adrenalina, acabará provocando accidentes, rompiendo el coche y destrozando el viaje a todos.

Tómatelo con calma. Cuando en tu vida tengas que ir a 20 km/h., no vayas a 80 km/h. Si vas demasiado deprisa puede que nunca llegues a tu destino o que asistas a tu funeral antes de tiempo. Mira bien desde qué lugar comienzas realmente el viaje a tus sueños y hacia dónde vas. A veces uno tarda mucho en llegar a su destino porque en realidad no partía desde donde creía.

¿Por qué no te paras ahora un momento a apreciar simplemente que estás vivo? Celebra también los brotes verdes, por pequeños que sean. No te sabotees despreciando tus logros. Siente placer por cada cosita que hagas aproximadamente bien, que te acerque a tus metas o que te guste. Repón las fuerzas; te ayudará a continuar tu camino.

Quiero felicitarte por llegar hasta aquí. Te aplaudo por tener el coraje de ir a por tus sueños, por muy cerca o muy lejos que puedan estar. Gracias por ser tan raro y no rendirte en tu afán de ser y vivir mejor.

Suscríbete gratis a Fluenting y recibe ideas inspiradoras que te ayudarán a disfrutar de una vida más auténtica.

(*) Nota: Este artículo ha sido extraído del libro de Diego Dalvera "Llegar a Todo —Cómo Fluir en Todas las Áreas de la Vida". Puedes comprarlo aquí.

El anterior blog post Cómo ser más auténtico y disfrutar tu vida— (Parte II) se ha publicado de: https://www.fluenting.com



source https://www.fluenting.com/mas-autentico-disfrutar-vida-parte-ii