jueves, 1 de diciembre de 2016

7 pasos para levantarse tras la adversidad

7 pasos para levantarse tras la adversidad se divulgó previamente en: El blog de Fluenting

¿Te creces ante las adversidades o te vienes abajo? ¿Tienes el vicio de revolcarte en el fango cuando te caes o eres de los que machacan a los demás cuando metes la pata hasta el fondo?

No siempre sabemos afrontar el estrés, la ansiedad o la frustración que nos producen las situaciones difíciles.

Ante los contratiempos hay tres tipos de personas. Las que siguen actuando del mismo modo, aguardan a que la vida gire y que los problemas se solucionen solos. Otras se limitan culpar(se), generando un círculo vicioso de destructividad que no conduce a ningún cambio positivo. Finalmente, está el tercer grupo que decide tomar las riendas de su vida y hacer algo al respecto.

Si perteneces a este último grupo de los elegidos, sigue leyendo.

Según el neurocientífico y neurólogo Facundo Manes, "cuando la ansiedad excede los niveles normales puede generar falsas alarmas que sobreactivan la respuesta de estrés y provocan estados de preocupación intensos y síntomas físicos diversos".

Nuestra actitud ante las desgracias tiene un gran impacto en nuestro bienestar. Si te has caído ante alguna adversidad, recoge algo cuando te levantes. No te pongas en pie aprisa, sacudiéndote el polvo como si nada hubiera pasado. Aprende algo de lo que ha sucedido y aumenta tu resistencia a la frustración.

Sigue estos 7 pasos para superar las adversidades

1. No te juzgues, pero critica tus comportamientos

No te juzgues como persona. Según el psicólogo Haim Ginott, profesor de la Universidad de Nueva York, criticarte duramente, en lugar de concentrarte en tus actos, puede dañar la forma en que te valoras. Para superar adversidades necesitas un autoconcepto sano. Es decir, que la opinión que tienes sobre ti mismo te ayude a sentirte valioso, capaz y seguro.

En lugar de juzgarte, evalúa tus actos. Por ejemplo, si estás frente a una situación no deseada, te ayudará distinguir entre quien tú eres y lo que haces. No es lo mismo decirte “me he equivocado en esto, la próxima vez lo haré de otra forma”, que decir: “soy un necio y un fracasado”.

2. El tiempo es relativo

Los malos momentos parecen eternos. Un día de fiesta, en cambio, pasa sin sentir. Cuando te enfrentes a la adversidad, procura distinguir entre el tiempo real y el subjetivo.

Los pensamientos derrotistas te llevarán a creer que todas las desgracias son permanentes e irreversibles. Como dice maestro zen en el cuento: “esto también pasará”.

Pensar en las desgracias como acontecimientos temporales te dará una perspectiva más objetiva y sana de la situación.

3. Medir bien la intensidad del impacto

Si tienes miedo, eres nuevo, o no te sientes capacitado para superar un reto, probablemente tenderás a no calcular bien los riesgos. Si crees que tu mundo acaba en Finisterre tenderás a paralizarte, o tomarás decisiones equivocadas y autolimitantes.

4. Asumir la responsabilidad que te corresponde

Ni más, ni menos, he ahí la dificultad. Algunas veces extremamos nuestras posiciones y decimos cosas como: “toda la culpa es mía” o “toda la culpa es tuya”. Piensa con la mayor objetividad posible en qué medida puedes haber contribuido a esta situación.

5. Frases en tono afirmativo

Ante situaciones duras, cambia tu foco hacia lo que puedes hacer. Sustituye las frases negativas como “no puedo” por frases en tono afirmativo, como “yo puedo”. Esta forma de hablar te ayuda a motivarte y afrontar mejor las dificultades.

Además, si tu reto está relacionado con personas a las que aprecias, las frases con tono positivo te ayudarán a establecer un diálogo más constructivo y resolverás mejor el posible conflicto.

6. Haz lo correcto

Darle vueltas a la cabeza sin emprender una acción constructiva no resolverá nada. Necesitas mejores criterios, apoyo y respeto, no castigo. Ante situaciones desfavorables, piensa cómo actuarás la próxima vez que ocurra algo similar. Establece objetivos claros que te gustaría lograr.

7. Date afecto

El impacto del afecto tiende a menospreciarse. De hecho, tendemos a retirarnos el afecto, castigarnos y hablarnos mal cuando nos equivocamos. Puede que hayas aprendido desde pequeño que el amor está condicionado a conseguir unas cosas determinadas.

Darte un abrazo por las mañanas es una forma sana de empezar el día.

Experimento: ¿Mimos o comida?

Hace poco descubrí un estudio que demostraba la importancia de recibir afecto físico. Harry F. Harlow, profesor de psicología de la Universidad de Wisconsin, realizó un estudio con monos para medir el impacto que tenía el afecto físico en el desarrollo y el aprendizaje desde la infancia.

Harlow separó a unos monos recién nacidos de sus madres y los metió en jaulas separadas. Muchos de ellos murieron por falta de afecto.

A continuación introdujo en cada jaula un trapo acolchado y suave de felpa, haciendo de “madre sustituta". Cuando Harlow les quitaba el cojín, los monos se volvían agresivos, lloraban, se sentían inseguros y se chupaban el dedo. Al volver a introducir la tela, se agarraban a ella buscando refugio desconsoladamente.

Lo más curioso de todo es que cuando se les daba la oportunidad de elegir entre un muñeco de metal con un biberón, que simulaba a su madre, y otro de felpa muy suave, pero sin biberón, los monos preferían estar hasta 8 horas con la madre de felpa, por cada hora que pasaban con la madre de metal.

Aquí tienes el vídeo para ver el experimento completo. Algunas imágenes son durísimas. No hace falta saber inglés para comprender lo que sienten estos monos...

¿Puedes mejorar la situación?

A veces no depende de ti cambiar una situación, pero sí puedes cambiar tu forma de pensar.

La película La Vida es Bella, nos da un claro ejemplo de cómo actuar ante una circunstancia catastrófica. El protagonista, Guido, es un prisionero en un campo de concentración nazi. Sin embargo, su poderosa imaginación y su empeño por proteger a su hijo de aquellos horrores, le llevan a hacer más llevadero ese infierno.

Está en tu mano

A nadie le gusta caerse con todo el equipo. Sin embargo, si sigues estos 7 pasos te levantarás antes. No te quedes abajo, regodeándote en la miseria por lo desgraciado que te sientes.

En lugar de quedarte ahí, lamentándote, levántate, aprende algo nuevo y anda a por tus metas. Recuerda que tú tienes el poder de transformar las adversidades en victorias, con ayuda de tu actitud.

Apúntate ahora a Fluenting y recibe buenas ideas que te ayudarán a transformar tu vida y a disfrutar cada día de una vida más plena.

El anterior blog post es por cortesía de: http://fluenting.com

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